Pogba no sale del huracán

El francés vuelve a jugar, pero con más polémicas. Allegri, tras el partido de Bérgamo: “Me dijo que me relajara”. Makelele: " Ojalá Paul pueda vivir un año sin distracciones”.

José A. Espina
As
Paul Pogba comienza a salir del calvario de lesiones que le tuvo casi un año sin jugar. Tras tener minutos residuales ante Torino y Roma en marzo, los problemas musculares le mantuvieron otro mes alejado de las canchas y ahora en abril comenzó de nuevo a reincorporarse a los terrenos de juego como suplente, en la eliminatoria de cuartos de la Europa League contra el Sporting de Lisboa, la Coppa contra el Inter y la Serie A, donde disputó los últimos 25 minutos el domingo pasado contra la Atalanta. Si no ocurre nada raro, estará ante el Sevilla, aunque probablemente todavía en el banquillo.


Ante el equipo de Bérgamo, Paul perdió varios balones comprometidos que pusieron en peligro la victoria juventina. Su técnico Massimiliano Allegri llegó a tener un rifirrafe con el futbolista francés por esta circunstancia. “Con la calidad y las características de Paul, no puede perder el balón en esas situaciones”, dijo el entrenador después del encuentro. “Me dijo que me relajara, pero no hay relajación, necesitábamos mantener la pelota en ese momento”.

El centrocampista francés volvió a la Juventus el pasado verano, seis años después de marcharse a Inglaterra con el Manchester United, y se lesionó el menisco de la rodilla derecha en julio, tras el primer amistoso de la pretemporada bianconera. Pogba se perdió también el Mundial de Qatar 2022.

El rexmadridista Claude Makelele resumió durante la gala de los premios Laureus la difícil papeleta que tiene a partir de ahora su compatriota: “Pogba no estaba bien físicamente y tiene la cabeza distraída por muchas cosas no futbolísticas. Bajo ciertas condiciones es difícil que un jugador dé el cien por cien. Difícilmente sale calidad si la cabeza no responde”.

Ojalá pueda vivir una temporada sin distracciones, un año concentrado... como el verdadero Pogba del pasado. Fue y sigue siendo un futbolista extraordinario, impresionante, pero para rendir en su mejor momento debe sentirse bien con los compañeros y no tener pensamientos fuera del campo”, añadía el expivote de Chelsea y Real Madrid.

Campeón del Mundo con Francia en 2018, el Pulpo tiene 30 años y cuatro campañas más de contrato en Turín. Su personalidad ciclotímica ha marcado una carrera que enfoca su recta decisiva, los años en los que se le debiera recordar más por su gran fútbol que por los líos fuera del campo. Hace unos meses, su hermano Mathias le acusó de haber usado brujería para intentar lesionar a Kylian Mbappé antes del Mundial de Qatar 2022.

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