Nueva York se está hundiendo por los rascacielos
El peso de los edificios, el material del suelo de la ciudad, el aumento del nivel del mar y los huracanes pueden afectar a la estructura de la ciudad.
A esto hay que sumarle el aumento del nivel del mar y el aumento de la intensidad de los huracanes, lo que implica “un problema acelerado a lo largo de las áreas costeras y ribereñas”. El estudio explica que, de aquí a 2050, se espera que el aumento del nivel del mar sea de 200 a 600 mm en todo el mundo.
En el caso de Nueva York, la ciudad se encuentra entre uno y dos milímetros sobre el nivel del mar, y el hundimiento estimado es de 2,1 milímetros por año, lo que sitúa a la Gran Manzana como el tercer lugar del mundo en riesgo de inundaciones costeras. De hecho, desde el año 1950, el agua que rodea a la ciudad ha subido unos 22 centímetros. En total, los científicos calcularon la masa de 1.084.954 edificios de los cinco distritos de Nueva York, que tienen un peso total de unos 760.000 millones de kilos, lo que equivale a unos 140 millones de elefantes.
“Una población profundamente concentrada de 8,4 millones de personas se enfrenta a diversos grados de peligro de inundación en la ciudad de Nueva York [...] No es algo por lo que entrar en pánico de inmediato, pero existe este proceso en curso que aumenta el riesgo de inundaciones”, señalan los investigadores.
La composición del suelo de Nueva York
El suelo de Nueva York está formado por un terreno glacial complejo que incluye sedimentos, arena, depósitos de arcilla, morrenas glaciales y afloramientos rocosos, entre otros materiales. El peso de los edificios empuja hacia abajo todos estos componentes, afectando en especial a la mezcla de arenas y arcilla, que aumentan el hundimiento.
“La presión acumulativa aplicada al suelo por los grandes edificios contribuye al hundimiento no solo por el asentamiento primario inicial causado por la compresión del suelo y la reducción del espacio vacío, sino también por un posible asentamiento secundario causado por la fluencia en capas ricas en arcilla que puede continuar indefinidamente”, señala el estudio.
El agua del mar puede “corroer el acero” y debilitar la estructura
Por otro lado, el aumento de la construcción de edificios puede aumentar el hundimiento por la extracción de aguas subterráneas. Esto, combinado con el crecimiento del nivel del mar, implica un mayor peligro de inundación. “Además, la exposición repetida de los cimientos de los edificios al agua salada puede corroer el acero de refuerzo y debilitar químicamente el hormigón, provocando el debilitamiento estructural”, señalan los investigadores.
Los huracanes también pueden hacer un flaco favor a la estructura de los edificios. “En 2012, el huracán Sandy forzó la entrada de agua de mar a la ciudad, mientras que las fuertes lluvias del huracán Ida en 2021 abrumaron los sistemas de drenaje debido a la gran escorrentía dentro de la ciudad, en su mayoría pavimentada”, explica el estudio.
“Cuanto más blando es el suelo, mayor es la compresión de los edificios. No fue un error construir edificios tan grandes en Nueva York, pero debemos tener en cuenta que cada vez que construyes algo allí, empujas el suelo un poco más”, concluyen los científicos.