NBA | PLAYOFFS 2023 | WARRIORS 127 - 100 LAKERS (1-1) / Los Warriors de siempre

Los ajustes de Steve Kerr funcionaron a la perfección y los Warriors apabullaron a unos Lakers que duraron vivos hasta el descanso. 1-1 y a Los Ángeles.

Alberto Clemente
As
Ilusos e ignorantes habrán sido los que daban por muertos a los Warriors. Si es que ha habido alguien que haya tenido el atrevimiento de pensar semejante cosa. En una exhibición de poderío, los vigentes campeones protagonizaron una actuación colosal ante los Lakers que pone las tablas en una eliminatoria (1-1) que viaja ahora a Los Ángeles. También sería una desfachatez pensar que el equipo de Steve Kerr, fantástico hoy en los ajustes, sea incapaz de ganar alguno de los dos partidos en el Crypto Arena. O los dos, claro. Al fin y al cabo, suman 28 series de playoffs consecutivas con al menos un triunfo fuera de casa. Y habrá que ver si se rompe el otro gran récord, el de las 19 rondas de la Conferencia Oeste superadas sin fallo (con las ausencias en playoffs de 2020 y 2021). Todo eso y mucho más son los Warriors: imperecederos, increíbles, inmortales. Sujetos a ese aura que rodea siempre a toda gran dinastía: la de que son imbatibles. Se crecen ante la adversidad, cambian de un partido a otro y te destrozan. Eso ha pasado hoy en un resultado que pone el empate y habrá que ver si afecta o no a los Lakers. Y, sobre todo, cuánto y cómo.

Los Warriors ganaron el partido como lo hacen ellos: juego colaborativo, muchos puntos, triples por doquier y rotura del partido en el momento en el que se lo proponen. Pero eso es quedarse en la superficie, y el trabajo de Steve Kerr (uno de los, seguro, 5 mejores entrenadores de la historia de la NBA), fue excelso: alineó de titular a JaMychal Green en lugar de a Kevon Looney y se negó a ceder a Darvin Ham y colapsar la zona para detener a Anthony Davis, un problema en el primer partido (30 puntos y 23 rebotes). Jugó con todos los jugadores abiertos y Draymond Green en la distribución. Esto sacó a Davis, muchas veces sin emparejamiento, de la zona. Y permitió que el interior no saliera a taponar muchos lanzamientos exteriores al mismo tiempo que dejaba libre la parte de debajo de la canasta cuando se decidía a hacerlo. Ahí estuvo la clave táctica. Y en ella ganaron los Warriors.

Al final del primer cuarto, los Lakers, que llegaron a mandar de 7 (19-26), iban precisamente 7 puntos por delante (26-33). Al descanso, seguían vivos (67-56). En el tercer cuarto, todo se acabó: parcial de 43-24, que unido al 41-23 del periodo anterior da un 84-47. A falta de 12 minutos por jugar, el marcador reflejaba un 110-80. Darvin Ham ni siquiera alineó a LeBron James ni Anthony Davis. La batalla que estaba por librar estaba por encima de mantener el orgullo en una lucha perdida. Los angelinos, desmadejados, aceptaron la derrota sin tener signos de preocupación. Igual que ante los Grizzlies (aunque esa derrota en el segundo asalto no fue ni parecida), el trabajo estaba hecho. La ventaja de campo, conseguida tras el titánico esfuerzo del duelo inicial. Pero mantenerla en el Crypto no va a ser tarea fácil, ni siquiera con Jack Nicholson en primera fila de la grada. Es el turno de Darvin Ham, que tendrá que responder a los ajustes de Kerr con más ajustes. Encontrar una forma de volver a anotar en la zona. Conseguir que su equipo vuelva a ser competitivo. Se esperan dos batallas supersónicas en Los Ángeles. Titánicas. Y ya veremos si históricas y épicas.

Klay Thompson, que llevaba ya 5 triples al descanso, volvió a ser el de siempre: 30 puntos con 8 de 11 en triples, la sexta vez en su carrera que iguala o supera esa cifra en playoffs. Stephen Curry torturó desde el pick and roll a los Lakers y estuvo magnífico en la distribución: 20 tantos y 12 asistencias. Y Draymond Green volvió a demostrar que su presencia es un seguro: 11+11+9. Al final, los de siempre para lo de siempre: los Warriors de siempre. JaMychal, titular, llegó a los 15 tantos y Andrew Wiggins a los 11. Importantes también Donte DiVincenzo (8+4+4), Moses Moody (10+7) y, claro, un Kevon Looney que sólo disputó 11 minutos por los arreglos, pero produjo 6 puntos y 8 rechaces. Los Warriors anotaron 127 puntos, 21 triples, repartieron 38 asistencias y ganaron la batalla por el rebote (63 a 49). Dio igual hasta que perdieran 15 balones, un problema que han tenido de forma sostenida durante toda la temporada y que hoy no lo ha sido. Exhibición total, confirmada por un triple de Curry de los de toda la vida, que redondeó posteriormente con un 3+1. Tremendo.

En los Lakers, Davis pasó de 30 tantos del duelo inicial a 11 y de 23 rebotes a 7. LeBron James disputó una primera parte magnífica, incluido un triple brutal. Se venía exhibición, pero los 21 puntos de los dos primeros cuartos pasaron a ser 2 en el tercero. Lo bueno para ellos es que han podido descansar en el último cuarto y para los Lakers que han recuperado la ventaja de campo. En los demás, 10 tantos de D’Angelo Russell y 21 desde el banquillo del único salvable, Rui Hachimura. Ah, y debutó con la camiseta de los Lakers Tristan Thompson, que jugó también su primer partido de la temporada. Una mera anécdota que se resolvió con la energía que recordábamos, 5 puntos y 4 rebotes. En esos minutos, los de la basura, Lonnie Walker se fue a 9. Ahora, a pensar. La noche del sábado al domingo se juega el tercer partido de la eliminatoria y ya cada uno cobra una importancia mayúscula en una serie que representa, o puede representar, el fin de una era. De momento, un batalla para cada equipo. Veremos en cuál de ellas se decide la guerra. Mientras tanto, toca disfrutar de esto. Eso es obligatorio. No hay más

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