Militao, en la cuerda floja
La presencia del brasileño en el once del contra el Manchester City es una incógnita por su rendimiento reciente y el buen hacer del dúo Rüdiger-Alaba.
Militao ha sido durante tres cuartos de la temporada el mariscal de la defensa madridista. La única pieza que Ancelotti no tocaba. Con Alaba, con Rüdiger o con Nacho, según vinieran dadas, el brasileño era indiscutible en el eje de la zaga. Su jerarquía, seguridad y rendimiento le hacían insustituible. Pero sus pobres actuaciones en el período de ‘entreguerras’ entre los cuartos y las semis (especialmente contra Girona y Real Sociedad) le colocan en la cuerda floja. En el último mes, ha puesto en cuestión todo el crédito que se había ganado durante la temporada.
El propio Ancelotti le dio un toque en público y no se mordió la lengua cuando después del partido de Anoeta le preguntaron por el mal momento que atravesaba el central. “Tiene que despertarse pronto”, zanjó tajante el técnico. En ese partido en Donostia, un calamitoso error suyo originó el primer gol de la Real. Se lio con el esférico en la salida de balón y su mala entrega a Courtois la aprovechó Kubo para abrir el marcador. Y siete días antes, salió, en mayor o menor grado, en la foto de los cuatro goles de la aciaga noche en Girona.
Su temporada estaba siendo impecable hasta entonces. La irregular campaña de Alaba y un Rüdiger que, hasta secar a Haaland, seguía en un prolongado período de adaptación, le habían convertido en el incuestionable jefe de la defensa blanca.
Militao forma parte del cuarteto de incombustibles de Ancelotti. De los 47 partidos que ha jugado, 44 los ha empezado como titular, los mismos que Courtois. Sólo Vinicius (50) y Valverde (47) contabilizan más presencias en el once del entrenador italiano esta temporada. Y suma 3.870 minutos disputados.
A su fortaleza en defensa, esta campaña ha añadido su contribución ofensiva. Una faceta que explotó en su año en el Oporto, pero en la que se había mostrado aún tímido como madridista. Lleva siete goles (cinco en Liga, uno en Champions y otro en Copa) en los que demostrado su poderío en el juego aéreo: seis han sido de cabeza. Sus últimos deméritos y los méritos de Rüdiger y Alaba plantean un dilema a Ancelotti. Los 90 minutos que jugó el sábado alimentan la duda. La resolución, el miércoles en el Etihad.
27 meses sin perderse dos partidos seguidos en Champions
Si hay una competición que toma la medida al Real Madrid y a sus jugadores esa es la Champions. La evolución de Militao en la máxima competición continental es una reflejo de su crecimiento como jugador blanco. En Champions, el brasileño sólo se ha perdido cinco partidos y nunca han sido dos seguidos desde hace 27 meses, en los octavos de la 2020-21, cuando se perdió por lesión la ida ante la Atalanta, su sexta ausencia seguida en aquella Champions.
Eran otros tiempos, en los que el dúo Ramos-Varane en el eje de la zaga era todavía una pareja indisoluble salvo que algún inconveniente les impidiera jugar. Pero en aquel final de temporada lo hubo para ambos. El de Camas acabó contrato y el francés decidió emprender una nueva aventura en la Premier con la camiseta del United. Ahí comenzó la ‘era Militao’ como jefe de la retaguardia del Madrid. Una era que puede vivir un momento inédito (su segunda ausencia seguida) si finalmente es suplente en el Etihad.