Las diferencias del ‘Caso Vinicius’

LaLiga solicita más competencias para atajar rápidamente con la oleada racista; mientras que el CSD apuesta por el actual marco de trabajo para lograr resultados tangibles.

Ruby Arés
As
Los insultos racistas a Vinicius en Mestalla han despertado muchas suspicacias y protestas contra las instituciones. ¿Cómo se está luchando contra esta lacra? ¿Qué sanciones hubo antes para intentar de evitar que volviese a ocurrir? ¿Cómo se va a actuar en el futuro? ¿En qué se diferencia el Caso Vinicius para resolverse tan rápido y otros no? Son algunas de las incógnitas en varios sectores del fútbol y que tratamos de explicar.

El futbolista brasileño fue claro: “Quiero acciones y castigos”. LaLiga se defiende diciendo que lleva actuando desde el principio. “En todas las denuncias hemos ido solos, ninguna otra institución nos ha acompañado”, protestaba Javier Tebas en una rueda de prensa en la que pedía el poder de castigar estos incidentes. “Queremos tener solo las competencias para sancionar aquellos comportamientos intolerables. En seis meses acabaríamos con el problema”, añadió. LaLiga defiende penar estas conductas con cierres de grada e, incluso, piden que se pueda restar puntos a los equipos cuyos aficionados tengan dichos comportamientos.

La solicitud de estas competencias por parte de Tebas viene motivado porque consideran que desde la Fiscalía y Competición no se está siendo lo verdaderamente severos para atajar el problema. Y lo reflejan en un informe. De las nueve denuncias que han realizado ante Competición esta temporada por insultos a Vinicius, dos se archivaron al entender que no existía culpa del club local (Mallorca y Valladolid), tres acabaron en multas (5.000 euros al Atlético, 1.503€ al Athletic y 12.000€ a Osasuna), uno reincoado (Barcelona), otro por resolver (Girona) y la sanción de cierre parcial durante cinco partidos al Valencia (rebajado a tres por el Comité de Apelación).

Una de las quejas de muchos es la celeridad con la que se ha tratado este asunto mientras que otros insultos a Vinicius se demoraron más. Pero no solo eso, todavía quedan por resolver sanciones a Valverde, por agredir a Baena, y la invasión de campo de aficionados del Espanyol mientras el Barcelona festejaba el título liguero. Según apuntan desde la Federación, esta diferencia en los tiempos tiene una explicación. Los insultos a Vinicius en Mestalla venían reflejados en el acta arbitral, por lo que se resuelve por la vía ordinaria, como sucede con las denuncias de tarjetas. En cambio, las anteriores denuncias por insultos a Vinicius, la agresión a Baena y la invasión de campo, no vinieron reflejadas en el acta y se acometen por vía extraordinaria (cuyos plazos son más largos al abrirse expediente) al venir derivadas del informe del delegado federativo o derivadas de la Comisión de Antiviolencia.

Ahora queda ver cómo se actúa en el futuro con casos similares al ocurrido en Valencia y en qué queda la petición de LaLiga al Gobierno de reformar la Ley para tener más competencias. Esto último parece complicado, pero que pelearán por ello. La Federación está en contra; mientras que el CSD, por ahora, quiere poner en valor los actuales mecanismos de denuncia y pelea contra el racismo que existen en España. Recuerdan que la Comisión de Antiviolencia se reúne durante dos semanas y cuyas sesiones duran cerca de cuatro horas y se estudian, analizan y proponen sanciones. Desde el Consejo Superior de Deportes creen que “este marco de trabajo, organizado de forma estable, es la manera más adecuada de conseguir resultados tangibles”. Destacan las detenciones llevadas a cabo a lo largo de la semana como “muestra de que las instituciones no son ajenas a este problema, sino parte esencial para combatirlo”.


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