La ONU advirtió que la ola de violencia dejó a Haití “suspendido al borde del precipicio”
El país se ve azotado desde hace meses por los enfrentamientos entre bandas armadas que aterrorizan a la población
El país centroamericano lleva meses inmerso en una ola de violencia encabezada por bandas criminales que se enfrentan a diario por el control del territorio y cometen todo tipo de crímenes contra la población inocente que, como consecuencia, vive atemorizada.
“Visité el país en febrero. Está suspendido al borde del precipicio”, comentó Türk en un mensaje por video proyectado ante el Consejo de Seguridad del organismo en el que reclamó apoyo inmediato.
“La incapacidad del Estado para garantizar los derechos humanos ha socavado por completo la confianza de la gente. El contrato social se ha derrumbado. La anarquía actual es una emergencia de derechos humanos que exige una respuesta contundente”, sumó.
Para asistir a las instituciones, el Alto Comisionado solicitó “el despliegue de una fuerza de apoyo especializada y respetuosa de los derechos humanos, con un plan de acción integral”.
El pedido se sumó a la nota de la última semana por parte de la nueva enviada de la ONU para Haití, María Isabel Salvador, en la que señaló el “terror” que infligen las pandillas a la población y que se propaga “a un ritmo alarmante”. Inclusive, advirtió que la situación ha alcanzado un nivel ya comparable con el de un país en guerra.
“La horrible violencia en las zonas afectadas por las pandillas, que incluye la violencia social -particularmente contra las mujeres y las niñas-, es emblemática del terror que afecta a la mayor parte de la población de Haití”, agregó.
Cifras oficiales expusieron que entre el 1 de enero y el 31 de marzo, la cantidad de homicidios en el país aumentó un 21% con respecto al último trimestre de 2022 -lo que equivale una suba de 673 a 815- mientras que el número de secuestros subió un 63% -de 391 a 637-.
Esta inacción del Estado ha derivado en el hartazgo de la gente que comenzó a hacer justicia por mano propia. Ahora, los linchamientos de grupos armados son una situación visible en las calles de todo el país a diario así como las imágenes de jóvenes armados con machetes, cuchillos y piedras.
A raíz de estas acciones, ya son más de 100 los criminales abatidos por la población, de los cuales al menos 18 fueron en la última semana y cinco corresponden al suceso de este martes en Pétion-ville, en la capital haitiana.
Con el objetivo de restablecer la paz en el país y facilitar la vuelta a un orden social, la ONU pidió meses atrás el envió de una fuerza armada internacional especializada para ayudar a la Policía Nacional -carente de recursos e incapaz de brindar una respuesta satisfactoria al problema-.
La solicitud fue realizada por primera vez en octubre por el secretario general Antonio Guterres luego del llamamiento del primer ministro Ariel Henry.
Guterres había propuesto el establecimiento de una “fuerza de acción rápida” compuesta por militares de uno o varios países, aunque no actuaría bajo bandera del organismo. Esto se debe a la imagen negativa que pesa sobre ella en el territorio luego de que los Cascos Azules desplegados allí entre 2004 y 2017 fueran responsabilizados por un brote de cólera que mató a unas 10.000 personas, además de protagonizar abusos contra la población local.
Si bien Estados Unidos y Canadá han mantenido conversaciones en el último tiempo sobre el tema y coincidieron en la necesidad de una intervención extranjera, de momento no se ha logrado una resolución concreta sobre la operación ni se definió quién la lideraría.