La lipotimia futbolística de Ter Stegen

El meta alemán no perderá el Zamora, pero tras los seis tantos en los últimos tres partidos, dice adiós al récord de menos goles en la historia de LaLiga.

Javier Miguel

As

A Ter Stegen se le está derrumbando el castillo de naipes en las últimas semanas. El portero alemán ha visto como, de la noche a la mañana, se está diluyendo todo el trabajo que lleva sumando en los últimos ocho meses. Tras poner el cerrojo durante 33 jornadas, encajando sólo once goles, el guardameta ha sufrido una lipotimia futbolística en los últimos tres partidos, teniendo que recoger el balón desde el fondo de la red hasta en seis ocasiones. Esta evidente fragilidad defensiva -producto en parte de la relajación del equipo al no jugarse nada- ha penalizado a la hora de afrontar los récords y los retos que tenía pendiente.

Para empezar, y el más importante, es que el Barcelona se queda sin récord de menos goles encajados en una temporada. Y es que con los tres que marcó el Valladolid, el equipo blaugrana llega a los 18, igualando los mejores registros de Paco Liaño, con el Deportivo (1993/94), y Jan Oblak, con el Atlético (2015/16). Eso quiere decir que, en el mejor de los casos, igualaría, pero no mejoraría estos registros. Y decimos en el mejor de los casos porque aún quedan dos jornadas por disputar.

El único récord que todavía puede alcanzar Ter Stegen, aunque se le están acabando las balas de la recámara, es el de porterías a cero. Por ahora, suma 25, por lo que está a una de superar al checo Peter Cech, que con el Chelsea de Mourinho (2004/05) alcanzó las 25 jornadas sin encajar un gol, récord absoluto en el fútbol europeo de las grandes Ligas.

Lo que ya no se le escapará al meta alemán es el trofeo Zamora al mejor guardameta de LaLiga: tanto Ter Stegen como los técnicos están teniendo especial cuidado para que el promedio no le suba, llegando incluso a relevarle por Iñaki Peña al descanso, para que esos goles no contabilicen el promedio, al tener que sumar un mínimo de 60 minutos.