Kane complica a Haaland
El miedo a un overbooking en 2024 ronda la cabeza del Madrid, que no quiere dar pasos que entorpezcan al noruego. La longevidad de Benzema es una incógnita.
Lo saben en Chamartín, donde debe tomarse una decisión. La salida de Mariano dejará libre la plaza de delantero suplente -si es que no lo estaba ya, a la práctica-, por lo que la única certeza es que ahí, debe llegar alguien. “Es evidente”, llegó a decir Ancelotti, preguntado por si el equipo necesitaba la figura. Álvaro Rodríguez está perfilado como el tercer delantero y Benzema, teórico titular, por lo que la búsqueda se enfoca, principalmente, en una segunda espada. Gonçalo Ramos, Vlahovic, Kvaratskhelia... el desfile de nombres se sucedió en lo que fue un brainstorming de época. Y hubo bingo.
Contrato hasta 2024
Apareció Kane, que ha encajado como anillo al dedo. La situación del Tottenham es muy delicada (a falta de una jornada, está fuera de puestos europeos) y el jugador ya manifestó públicamente la temporada pasada su voluntad de salir, pidiendo el transfer request. Su gran escollo fue Daniel Levy, el duro hueso del Tottenham, que llegó a rechazar 150 millones del City por él. Este verano, con el equipo herido en Europa, el panorama se antoja diferente. Y lo más importante es que acaba contrato en 2024, por lo que el club, si quiere evitar una salida a coste cero, debería venderlo estos meses.
Con lo económico -más o menos- encarrilado, el debate del Madrid pasa por lo puramente deportivo. ¿Es Kane el adecuado? Lo cierto es que sus números convencen: cumplirá 30 años en julio y es una garantía europea, habiendo marcado 38 goles en 72 partidos. Es un pistolero de altísimo nivel... y eso es, precisamente, lo que despierta dudas. Porque el pulso con Benzema se antojaría feroz y con la idea de intentar fichar a Haaland en 2024 (o en su defecto, a Mbappé, pero de cualquier manera a un Galáctico), podría producir un atasco en la delantera. Complicar el carrusel de operaciones.