Hallan un templo bajo el mar en Italia
Un grupo de arqueólogos subacuáticos ha descubierto dos altares de mármol de la primera mitad del siglo I que pertenecen a los nabateos, un pueblo árabe.
En pleno golfo de Nápoles se encuentra sumergido el antiguo puerto comercial del Puteoli romano, uno de los puntos más importantes para el comercio de Roma durante el periodo republicano y altoimperial. Entre las ruinas marítimas, un grupo de arqueólogos subacuáticos ha descubierto dos altares de mármol de la primera mitad del siglo I que pertenecen a los nabateos, un pueblo árabe que se asentó principalmente en la actual Israel y Jordania, en Oriente Próximo.
Se trata del único templo nabateo registrado fuera de su territorio, que tenía su capital en Petra (Jordania), a unos 2.200 kilómetros de distancia del lugar donde se han encontrado los altares de mármol. Hasta el momento, solo se conocían basas y losas con inscripciones en latín al dios Dusares, recuperadas entre los siglos XVIII y XX.
Gracias a este hallazgo, se ha podido conocer la ubicación exacta del templo en el barrio comercial del puerto. “De momento, el de Puteoli es el único templo nabateo fuera de la Nabatea”, señala a ABC Michele Stefanile, uno de los líderes del hallazgo, de la Scuola Superiore Meridionale de Nápoles Federico II.
Los altares de mármol descubiertos “sugieren que los nabateos edificaron en Puteoli un templo con cultos nabateos, pero con arquitectura romana”, ya que “la misma presencia del placas de mármol clavadas en las paredes es muy romana”, según Stefanile. En la investigación también han participado Michele Silani, de la Universidad de la Campania, María Luisa Tardugno, de la Superintendencia-Ministerio de Cultura, y alumnos del máster en Arqueología Náutica y Subacuática de la Universidad de Cádiz .
Según el Ministerio de Cultura italiano, el descubrimiento “permite comprender mejor la articulación de este complejo sector del puerto de Pozzuoli, en el que los edificios sagrados de las comunidades extranjeras estaban en estrecho contacto con las largas filas de almacenes destinados a almacenar las numerosas mercancías en tránsito en el puerto, listas para ser clasificadas hacia Campania o redirigidas directamente a Roma”.