Ha nacido el ‘anti-Haaland’
Ancelotti se encomienda a Rüdiger para frenar, otra vez, al gigante noruego. Fue un dolor de cabeza en la ida y se ha ganado ser indiscutible para la vuelta. Espera escudero: Militao o Alaba.
Central suplente en el día a día; pero indiscutible si alguna vez hay que jugar ante Erling. Está decidido. Las lesiones de Alaba (lleva dos en lo que va de temporada) le han abierto las puertas de la titularidad en multitud de ocasiones, pero cuando Militao y el austriaco han estado aptos, han sido titulares. Aún son indiscutibles. Rüdiger, pese a todo y pese a todos, se ha modelado al rol de tercer central. Jugando mucho... pero dando un paso atrás cuando los otros están disponibles. El mejor ejemplo fue la final de Copa: en cuanto Alaba estuvo disponible, regresó al banquillo. Pero los partidos ante Haaland se han convertido en una excepción. Y este miércoles lo confirmará: será titular.
Rüdiger y diez más
“Estaba cansado, así que le he dado descanso para que esté fresco el miércoles. Va a jugar, no sé cuántos minutos, pero va a jugar”, deslizó Ancelotti en la rueda de prensa posterior al Getafe. De repente se hizo un silencio extraño, largo, tenso. Como si todos, de periodistas a entrenador, supiesen que faltaba algo por decir. Y así fue: “Digo más, comenzará el partido”. Confirmó así lo que era un secreto a voces: para Mánchester, Rüdiger y diez más. Su partido en la ida entusiasmó y ha recibido la orden expresa de repetirlo en el Etihad. La fórmula, simple: estar constantemente pegado al noruego. Encimarlo hasta agobiarlo. Ser una lapa, una sombra.
Tan sencillo y tan difícil. Pero Rüdiger es el mejor en eso: un futbolista con puntos débiles a la hora de defender en transiciones, pero con el marcaje al hombre dominado. El del pasado martes fue, probablemente, su mejor partido con la camiseta del Real Madrid: recuperó tres balones, ganó otros tres duelos aéreos y sólo cometió dos faltas. Limpio y eficaz. Sobresaliente. Le cogió la medida a Haaland y lo maniató de principio a fin: así que adjudicado, a repetir en el Etihad. Lo que falta por decidir es quién le acompañará: Militao, Alaba... o los dos.
Rompecabezas
Porque sobra uno para Mánchester. Con Camavinga recuperado y apuntando al once (sufre un esguince “muy leve” en la rodilla izquierda, así que estará disponible), uno entre Militao, Alaba, Valverde o Rodrygo no puede jugar. En caso de que la ecuación esté entre los dos primeros, sería simple: escoger entre la jerarquía de Militao, que no atraviesa su mejor momento pero, al fin y al cabo, es el líder; o el rendimiento inmediato de Alaba, notable desde su regreso y cuyo tándem con Rüdiger demostró funcionar frente al City. La alternativa, en caso de querer encajar a los tres, sería poner a Alaba de lateral y adelantar a Camavinga al pivote... lo que salpicaría a Valverde o Rodrygo. Sólo uno podría correr la banda.
Un baile de nombres del cual está exento Rüdiger, que disputará su 49º partido de blanco. En total, acumula 3.545 minutos oficiales, siendo el quinto del equipo que más ha participado. Sólo le superan Vinicius (4.481′), Valverde (4.191′), Courtois (4.020′) y Militao (3.870′). Y es que en todo el curso, sólo cinco veces se ha quedado todo un partido en el banquillo (Shakhtar, Celtic, Elche, el 0-4 al Barcelona... y este sábado ante el Getafe). En los otros 48, fue titular en 36 y en 12, entró desde el banquillo. El seguidor de Pepe (“si pudieses elegir a cualquier central en toda la historia para jugar con él, ¿a quién elegirías?”, le preguntaron. “Pepe”, respondió, en una entrevista en 2022), el hombre de las dos caras (alegre fuera del campo; serio dentro), ‘Rambo’ (como le apodaron en al academia de Berlín donde creció) será el encargado de parar a la bestia. De confirmar que hay un ‘anti-Haaland’.