Foden anota el gol número 1000 del reinado de Guardiola para superar al Arsenal en la cima
EN LA VÍSPERA de este partido, Pep Guardiola comparó a Erling Haaland con Lionel Messi.
El técnico del Manchester City se refería a la implacable mentalidad y el apetito de gol de su delantero noruego, más que al sutil dominio del balón del argentino.
Sin embargo, cuando llegó su último gol récord, Haaland remató con una gloriosa destreza de toque que hablaba del mismísimo pequeño maestro argentino.
Este pequeño y descarado chip fue el gol número 35 de la temporada en la Premier League de Haaland, lo que lo alejó de Alan Shearer y Andy Cole como el máximo goleador en una sola campaña en los 31 años de historia de esta competencia .
Ciertamente no fue un gol típico de Haaland, pero este insaciable nórdico marca todo tipo de goles.
Y este es un novato de 22 años del que estamos hablando. Como dijo su jefe, es probable que mejore.
Después de que Nathan Ake asintió con la cabeza al City al frente a principios de la segunda mitad, el gol de Haaland aseguró que el City regresaría a la cima de la Premier League, con un partido pendiente contra el Arsenal.
En resumen, y perdónenme si han leído esto antes, Haaland anotó, Haaland rompió un récord, el City ganó y se encaminan a un quinto título en seis años.
Solo que esta vez su gigantesco delantero abandonó el campo corriendo a través de una elegante guardia de honor de sus compañeros de equipo y el cuerpo técnico del City después del tiempo completo.
No estaban ni cerca de su mejor momento, pero eran demasiado buenos para un West Ham remendado y poco ambicioso, que ha perdido tres seguidos y aún no está del todo seguro.
Aún así, Guardiola tiene una semana difícil por delante en su búsqueda del triplete.
Debe enfrentarse cara a cara con el Real Madrid de Carlo Ancelotti, que tiene cuatro Copas de Europa como técnico, y Sam Allardyce, que cree que debería tener cuatro Copas de Europa.
Leeds visita el Etihad el sábado y Big Sam está de regreso, después de habernos asegurado que está al mismo nivel que Guardiola y Jurgen Klopp , por lo que todavía hay esperanza para el Arsenal.
Con Declan Rice, Tomas Soucek y Nayef Aguerd abatidos por un virus de la enfermedad y cientos de asientos vacíos en el otro extremo, no parecía que los Hammers hubieran viajado con muchas esperanzas.
Aunque, la asignación fuera de casa se había agotado antes de que este partido se cambiara del fin de semana a la mitad de la semana debido a los compromisos de la Copa del City.
Guardiola había tomado la inusual decisión de enviar a la banca a Ederson y darle a su portero suplente alemán Stefan Ortega un debut en la Premier League.
Y bajo el desconocido sol de primavera, los primeros 25 minutos se jugaron a un ritmo testimonial, el Etihad en un estado de ánimo soporífero y Moyes feliz de mantener el ritmo y el bloqueo defensivo bajos.
El City disparó un par de oportunidades: un tiro de Riyad Mahrez fue desviado por Lukasz Fabianski y un centro de Jack Grealish encontró a Haaland llegando tarde al segundo palo, pero cabeceó alto y desviado.
Un lanzamiento largo sorprendió al City adormilado y Jarrod Bowen se adelantó a Ake para un tiro en ángulo que Ortega salvó con los pies.
De repente, City arrancó un par de marchas y golpeó la madera dos veces en la misma cantidad de minutos.
Grealish, el hombre que hace las cosas bien del City en ausencia del lesionado Kevin De Bruyne, recibió un pase inteligente de John Stones y disparó contra el exterior del primer poste.
Sin embargo, en general, el City no estaba moviendo la pelota lo suficientemente rápido y sus mentes tampoco estaban zumbando tan rápido como de costumbre.
Habiendo contenido al City tan bien, Moyes se habrá enfurecido con la forma en que West Ham concedió a los cinco minutos del reinicio.
Flynn Downes, suplente de Rice, derribó a Grealish y fue fichado.
Mahrez envió el tiro libre resultante al poste de atrás, donde Ake se quedó sin marcar para cabecear en casa.
El holandés, que ha hecho suyo el puesto de lateral izquierdo durante la segunda mitad de la temporada, se había perdido los tres últimos partidos por una lesión en el bíceps femoral.
Sin embargo, el avance no hizo ninguna diferencia en la atmósfera ni en los niveles de rendimiento de la Ciudad.
West Ham forzó una serie de esquinas y cuando el estadio cayó casi en silencio, Guardiola, quizás sintiendo algo de esa mentalidad de 'Happy Flowers', se entregó a un momento de porristas irritables.
Todo eso cambió cuando un pase descuidado de West Ham fue capturado por Grealish, quien avanzó y liberó al vikingo con un lindo pase en profundidad.
Haaland cronometró su carrera a la perfección para vencer la trampa del fuera de juego, y anotó con un hábil tiro de cuña de lanzamiento, que Fabianski solo pudo ayudar en su camino.
El Etihad entró en erupción, este era el momento que habían aparecido esperando ver.
Luego todo volvió a ser extremadamente monótono y rutinario.
Pronto, un córner fue cabeceado medio despejado por Lucas Pacqueta, pero cayó en manos de Phil Foden, cuya volea tomó un horrible desvío de Emerson Palmieri y no le dio oportunidad a Fabianski.
Fue el gol número 1000 que anotó el City en todas las competiciones, y Haaland ya tiene más del cinco por ciento de ellos.
