F1 | GP DE MÓNACO / Un gran Alonso es segundo contra Verstappen y la lluvia
Max vence en un caótico final de GP de Mónaco por delante de Fernando, con error estratégico de Aston Martin. Ocon salva el podio y Sainz cae al 8º en otro día para olvidar de Ferrari.
En la salida, sol de justicia para dejar mal a los meteorólogos. Ocon apretó a Fernando en la arrancada y le obligó a tomar riesgos por el exterior de Santa Devota, rozando los muros, pero no cambiaron las posiciones. Los dos españoles fueron inteligentes: salieron con la goma dura para alargar el primer ‘stint’ lo máximo posible a la espera de esas cosas que suelen suceder en Montecarlo. Sainz tuvo un primer escarceo con Ocon, un leve toque que dañó su alerón pero no le impidió seguir en la pista y ser más rápido que el Alpine. La presión era enorme. Nadie pasaba de eso, no se puede adelantar aquí y el que se atreve a hacerlo, como Magnussen o Stroll, acaba último (el Haas) o no acaba (Lance).
Paró primero Esteban con un cambio de neumáticos lento, de cuatro segundos. Ferrari lo vio, alguien se vino arriba y mandó al ‘pit-lane’ a Carlos inmediatamente después. Era imposible que cuajara un ‘overcut’ en una vuelta, cuando llegaba dos segundos atrás del normando. Pero igual que el GP de Mónaco no se entiende sin yates, tampoco sería lo mismo sin estrategias lamentables de Ferrari. Así que Sainz amarraba la cuarta plaza “para cubrirse de Hamilton”, le decían por la radio. “¿Pero qué me importa a mí Hamilton?”, protestó él.
La lluvia y los errores en Montecarlo
Antes del último tercio de carrera se puso a llover. Primero tímidamente, en la zona de Montecarlo. Luego mucho, muchísimo. No se podía circular entre Loews y el túnel. Alpine lo vio rápido, Ocon paró el primero a por la intermedia y así aseguró, definitivamente, el primer podio de Alpine desde Qatar 2021, entonces con Fernando en el coche. Ferrari no lo entendió así, hasta que Sainz pegó un patinazo que le hizo perder posiciones y caer hasta la octava plaza. Mercedes pescó en río revuelto, literalmente, para situar a Hamilton y Russell justo por delante de Leclerc, Gasly y Carlos. Ironías del destino, Ferrari perdió virtualmente el podio por defenderse de Lewis y los dos coches de Maranello terminaron lejos del top-3 y detrás de los dos Mercedes.
Delante, Aston Martin cometió un error que posiblemente no afectó al resultado final, pero sí evitó un duelo entre Verstappen y Alonso sobre el asfalto resbaladizo de Mónaco. Fernando paró primero (vuelta 55) a poner el neumático medio cuando otros ya probaban con las ruedas de lluvia. Una vuelta después, tanto Max como el español se dirigían al pit para montar la intermedia. Con la doble maniobra, Alonso regaló unos 24 segundos. Fácilmente habría salido delante del neerlandés de haber puesto de primeras la Pirelli verde. Otra cosa es que hubiera mantenido la posición sobre un Max en estado de gracia con un Red Bull que no tiene rivales en esta parrilla. Ganó solo Verstappen, lo celebró con rabia. Al rato llegó Alonso, segundo, su mejor resultado de la temporada con buenos puntos para el Mundial (Pérez fue 16º, Fernando se queda a 12 puntos). Pudo ser mejor. Pudo ser la 33ª. Pero no está nada mal.