ESTRASBURGO 1 - 1 PSG / El PSG se proclama campeón

Los parisinos lograron en Estrasburgo su decimoprimer título, convirtiéndose en el primer equipo de la historia de Francia que lo consigue.

Andrés Onrubia
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Cuando Qatar Sports Investmens aterrizó en París con la intención de realizar una inversión faraónica en el PSG, el club apenas había ganado dos ligas, se encontraba en una etapa ominosa y había rozado el descenso a segunda en 2008. Once años después, el conjunto parisino ha demonizado la Ligue 1, convirtiéndola en un campeonato en el que puede competir a medio gas, perder muchos partidos, ahogar las penas de la Champions League y convertirse, desde este sábado, después de empatar contra el Estrasburgo (1-1), en el único equipo francés de la historia que se alza con once entorchados, el noveno bajo la soberanía de Qatar.

En Estrasburgo, en Alsacia, en el territorio que estuvo bajo el reinado alemán, el equipo de Christophe Galtier cantó el alirón. No necesitó una gran versión, de hecho, ni ganó, pero le valió una gran jugada entre Mbappé y Messi que materializó el argentino para sumar un punto que le certifica como el flamante campeón de la Ligue 1, competición en la que ha sido líder desde la jornada 1 hasta la jornada 38, inédito en Francia. Gameiro, ex del PSG, puso las tablas en el marcador en un partido en el que Donnarumma volvió a ser decisivo con sus grandes intervenciones.

Poderoso caballero es don dinero, una herramienta que no te da la felicidad, pero que te acerca indudablemente a ella. Para el PSG la Ligue 1 no es suficiente, pero es evidente que la etapa de Qatar en Francia, a nivel interno, ha sido un éxito. Ha conseguido reunir a los mejores jugadores del mundo, entre ellos Ibrahimovic, Beckham, Cavani, Ibrahimovic, Messi, Neymar, Mbappé, ha multiplicado por 20 el valor del club y, además, le ha dado un escaparate al fútbol francés inexistente hace una década.

El PSG ganó su undécima liga, pero lo que debería ser una fiesta para cualquier equipo del mundo supone, en realidad, un antídoto para sanar los males extradeportivos que azotan al club temporada tras temporada. La eliminación de la Champions League, la segunda consecutiva en octavos, unido a la lucha de egos en el vestuario, al descontento de los ultras y, sobre todo, a la mejorable gestión de la dirección deportiva, han hecho del 2023 un año duro, muy duro, para una institución que supedita todo su éxito a ganar la Copa de Europa, la madre de todas las competiciones.

Ahora llega lo más importante, el mercado estival, el interminable verano de cambios que se lleva repitiendo a orillas del Río Sena durante prácticamente un lustro. El PSG deberá luchar contra dos frentes: diseñar un equipo competitivo que pueda aspirar a la Champions y convencer a Kylian Mbappé, con contrato en vigor hasta 2024, de que realmente hay un proyecto ambicioso en París para que ejecute la cláusula de renovación de un año que dispone en su megacontrato, firmado en mayo del año pasado.

El tiempo corre en contra del PSG, que celebrará la próxima semana, con un Parque de los Príncipes lleno, un título descafeinado, insuficiente para los ultras, que retomaron la actividad tras declararse en huelga por la decepcionante, en su opinión, gestión de Nasser Al Khelaïfi. París ya es la ciudad con más títulos de Francia. Qatar ha monopolizado la Ligue 1 durante más de una década y tiene intención, con la inauguración de una nueva ciudad deportiva en otoño y el intento de mudarse a un nuevo estadio, de seguir haciendo del PSG un Goliat al que sus perseguidores únicamente pueden mirarle a miles de kilómetros. 

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