El ocaso de los dioses del Madrid
Modric es sustituido por Rüdiger en el minuto 62. Es uno de los partidos más intrascendentes que se le recuerdan. Kroos aguanta siete minutos más en el campo, pero Ancelotti también le sienta. En su haber, sólo un disparo al larguero. Benzema termina el encuentro sin haber disparado a puerta. Ha sido transparente. Es la dolorosa crónica del ocaso de los dioses del equipo, esos que tanto han dado a la entidad hasta llevarla a una segunda época dorada después del gran Madrid de las cinco Copas de Europa. Todos, protagonistas de otro pentacampeonato conseguido desde 2014. Sólo ellos podían marcar la diferencia aunque ninguno del resto, salvo Courtois, les acompañó en Mánchester.
Sólo queda dar las gracias. Seguro que las escopetas apuntan a Ancelotti. Pero de puertas para dentro no sólo se abre un sincero proceso de reflexión sobre la figura del técnico. Qué difícil es imaginar un futuro sin las superestrellas que te han dado tanto. Los tres, Benzema, Modric y Kroos, se han ganado el derecho a decidir si siguen un año más. Pero la alta dirección está obligada a mirar desde ya al futuro más cercano. Los deberes parecen hechos en el centro del campo si llega Bellingham. Hace falta un delantero de 30 goles independientemente de que en 2024 venga Haaland o Mbappé. Y hay que fichar un lateral zurdo. ¿Y Ancelotti? Pues Ancelotti ha sacado más de lo que tenía este equipo en las últimas dos temporadas... y se merece seguir.
