El Kremlin enfurece por una decisión de Polonia: “Es un acto hostil”

La propuesta de Varsovia para cambiar el nombre de Kaliningrado sentó mal en Moscú, donde acusaron a los polacos en “caer en el odio hacia los rusos”.

Alejandro Cañas
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De forma inesperada, el enclave ruso de Kaliningrado se ha convertido en noticia en las últimas horas. El motivo, asuntos que no atañen al propio conflicto bélico que se libra en Ucrania, sino a la nomenclatura del propio territorio perteneciente a la Federación de Rusia.

El Comité de Normalización de Nombres Geográficos Fuera de la República de Polonia de Polonia propuso el pasado martes cambiar el nombre de la ciudad de Kaliningrado por el de Królewiec, así como el del propio enclave, para que fuese conocido como Obwód Królewiecki. La razón, en 1945 el territorio se conocía como Königsberg cuando formaba parte de Prusia Oriental. Królewiec era la traducción al polaco de Königsberg. Sin embargo, todo cambió después de ese año.

Al término de la Segunda Guerra Mundial, la soberanía de la ciudad y de la región pasaron a formar parte de la administración de la Unión Soviética. Se denominó así por Mijaíl Kalinin, revolucionario bolchevique, fundador de la URSS y exalcalde de Petrogrado, actual ciudad de San Petersburgo. La propuesta del cambio de nombre por parte de las autoridades polacas, no sentó nada bien en Rusia. Así lo manifestó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Polonia ha caído de vez en cuando en esta locura de odio hacia los rusos. Es un acto hostil, al borde de la locura”, expresó. Sin embargo, las palabras de Peskov encontraron respuesta de nuevo en las autoridades polacas, que justificaron la decisión de cambiar el nombre de Kaliningrado así. “No se puede obligar a un país a usar nombres inaceptables para él en su idioma”, defendiendo al mismo tiempo el derecho a usar en su idioma “los nombres tradicionales que constituyen su patrimonio cultural”.

Kaliningrado, punto estratégico para Moscú

Su ubicación junto al Mar Báltico, hace que este territorio sea considerado por el Kremlin como un punto estratégico dada su proximidad a la Europa Occidental que forma parte de la OTAN. Una importancia que se ha incrementado después de la adhesión a la Unión Europea por parte de los países limítrofes. Su actividad económica está basada en la actividad industrial, donde destacan sectores como la ingeniería automotriz y mecánica, la industria pesquera y la construcción naval.

Asimismo, su capacidad armamentística ha hecho de este territorio un bastión militar para defender sus intereses frente a la Alianza Atlántica y los países que la conforman, entre ellos Estados Unidos, debido al despliegue de los sistema de misiles Iskander-M con capacidad nuclear. La conexión con Rusia es su principal punto débil.

La OTAN pone a prueba a su fuerza aérea

Los últimos movimientos realizados por aviones militares rusos han puesto en alerta a los países aliados, especialmente las realizadas cerca del Mar Negro. En los últimos días, un caza ruso pasó a escasos cinco metros de un avión polaco con “maniobras agresivas y peligrosas”. El suceso, ocurrido en el mar Negro y en la zona de operaciones de Rumanía, no llegó a más.

Hans Leijtens, el Director Ejecutivo de Frontex (la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), manifestó su “preocupación” por lo ocurrido. “La seguridad de las personas que participan en nuestras operaciones es primordial. Estamos evaluando nuestros planes de patrullaje”, sentenció.


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