Cómo son los misiles “Storm Shadow” que el Reino Unido enviará a Ucrania
El arma puede funcionar en condiciones extremas y ha sido utilizado por las fuerzas británicas y francesas en el Golfo, Irak y Libia. Es el primer misil de largo alcance que un país occidental entrega a Kiev
Los misiles fueron desarrollados por la francesa Matra y British Aerospace en la década de 1990 y son producidos actualmente por el consorcio europeo de fabricación de misiles MBDA.
Se trata de un arma de ataque profundo “diseñada para satisfacer los exigentes requisitos de los ataques planificados de antemano contra objetivos fijos o estacionarios de gran valor”, según el fabricante MBDA.
Este misil aire-superficie de largo alcance, diseñado como “destructor de búnkeres”, también puede utilizarse para penetrar en instalaciones subterráneas.
El misil entró en servicio por primera vez en 2003 y la Fuerza Aérea Británica (RAF) lo ha descrito anteriormente como “posiblemente el arma más avanzada de su clase en el mundo”.
Especificaciones técnicas
“Storm Shadow” es el nombre que le han dado los británicos, en Francia es denominado SCALP EG (acrónimo en francés de ”sistema de crucero convencional autónomo de largo alcance, propósito general”).
El misil tiene un peso de 1.300 kg, una longitud de 5,1 metros y se utiliza en los aviones Tornado, Eurofighter Typhoon, Mirage 2000 y Rafale.
Puede alcanzar objetivos situados entre 250 y 500 km, según la versión. En comparación, los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS), que ya están en la disponibilidad de las fuerzas de Kiev, pueden alcanzar objetivos situados a una distancia de hasta 80 kilómetros.
Su gran alcance es posible gracias a un turborreactor capaz de alcanzar la velocidad Mach 0,8. Lleva una ojiva convencional BROACH (Bomba de Royal Ordnace de Carga Aumentada) de 450 kg.
Cómo funciona
La ojiva BROACH cuenta con una carga penetrante inicial para limpiar el suelo o entrar en un búnker y, a continuación, una espoleta de retardo variable para controlar la detonación de la ojiva principal.
Es un misil de “disparar y olvidar”, programado antes del lanzamiento. Una vez lanzado, el misil no puede controlarse ni ordenarse su autodestrucción, y la información sobre su objetivo no puede modificarse. Los planificadores de la misión programan el misil con las defensas aéreas objetivo y el blanco. El misil sigue una trayectoria de forma semiautónoma, en una trayectoria de vuelo bajo guiado por GPS y cartografía del terreno hasta la zona del objetivo. Cerca del objetivo, el misil asciende y luego penetra en el objetivo.
El ascenso a la altitud tiene por objeto lograr la mejor probabilidad de identificación y penetración del objetivo. Durante la maniobra final, el cono de ojiva se eyecta para permitir que una cámara termográfica de alta resolución (infrarrojos) observe la zona del objetivo. A continuación, el misil intenta localizar su objetivo basándose en su información de puntería (DSMAC). Si no puede, y existe un alto riesgo de daños colaterales, el misil es capaz de volar hasta un punto de colisión en lugar de arriesgarse a la imprecisión.
Su uso previsto es para atacar posiciones de mando, control y comunicaciones, aeródromos, puertos, centrales eléctricas, almacenes de municiones, buques de superficie y submarinos en puerto así como puentes y otros objetivos estratégicos de alto valor.
El misil, que puede funcionar en condiciones extremas, ha sido utilizado por las fuerzas británicas y francesas en el Golfo, Irak y Libia.
“Cambio de juego”
El misil supondrá “un verdadero cambio de juego desde el punto de vista del alcance”, declaró a la CNN un alto cargo militar estadounidense.
Por eso el envío fue recibido con amenazas por parte de Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, prometió una “respuesta adecuada del ejército ruso”, como ocurre siempre que se suministra nuevo material occidental al ejército de Kiev.
Por otro lado, el Secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, tras anunciar la entrega a Kiev observó que “estos sistemas ni siquiera se encuentran en la misma liga que los misiles rusos hipersónicos killjoy AS-24″, ni tampoco a la altura de los “misiles de crucero Kalibr que cuentan con un alcance de 2.000 kilómetros, unas siete veces más que los Storm Shadow”.
“Rusia debe reconocer que sus acciones han derivado en que se haya proporcionado estos sistemas a Ucrania”, apuntó el ministro británico, al concluir que se trata de “una respuesta calibrada y proporcionada a las escaladas de Rusia”.
El Reino Unido es el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania, donando misiles antitanque, cañones de artillería, sistemas de defensa antiaérea, vehículos blindados de combate, munición antiestructura y tres sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de largo alcance M270.
En enero anunció un aumento significativo de su apoyo al combate, que incluía el suministro de 14 carros de combate Challenger II.
“A medida que ha ido evolucionando el conflicto en Ucrania, también lo ha hecho el tipo de armamento suministrado”, afirma un informe de la Cámara de los Comunes sobre la ayuda militar desde la invasión rusa.
“Con vistas a una esperada ofensiva de primavera por ambas partes, la atención se ha centrado en proporcionar a Ucrania, en el corto espacio de tiempo disponible, la capacidad tanto para defender su territorio como para permitirle recuperar el terreno actualmente bajo control ruso”, añadía el informe.