Boca: Marcos Rojo, el referente que tiene fecha de regreso y a los 33 años mira más allá de 2023
El defensor trabaja a la par de sus compañeros, tras la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha
Una jornada oscura aquella para el defensor, que minutos antes había malogrado un penal. En su ausencia, Boca salió campeón, pero también cambió de director técnico y el capitán descuenta los días para volver a sentirse pleno. Jorge Almirón proyecta que juegue el jueves 1° de junio en la Reserva, por la fecha 19, cuando los xeneizes se midan con Arsenal en el predio de Ezeiza, mientras que el caudillo apunta todavía más lejos y mantiene conversaciones con Juan Román Riquelme, vicepresidente y líder del Consejo de Fútbol, para extender el contrato.
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Los resultados y la idea más concreta de una línea de juego modificaron el estado de ebullición que hasta hace muy poco envolvía a Boca. La serenidad se reflejó en que la derrota en el superclásico no agitó las aguas ni desató una tormenta sobre el ciclo Almirón, que apenas contabiliza nueve partidos entre la Liga Profesional y la Copa Libertadores. Los xeneizes ocupan el puesto 10 de la tabla de posiciones, muy lejos de River –acumula 40-, aunque siete son los puntos que lo separan de Talleres, de Córdoba, que marcha en el tercer lugar; el recorrido en la Libertadores es más satisfactorio: dos victorias –con Almirón al frente del grupo- y un empate, en el estreno con Monagas –dirigió Mariano Herrón de manera interina- lo posicionan puntero.
El miércoles completará la hoja de ruta fuera de casa cuando se mida con Deportes Pereira, un rival que lo tuvo a maltraer, a tiro de sumar un éxito histórico en la Bombonera, y que se marchó con derrota y alimentando el resurgir. La nueva atmósfera ayuda a los que miran desde afuera, que también desean ser parte de la ola.
La salud de los defensores centrales resultó una complicación en el pasado, aunque el mapa de lesionados empieza a mejorar, como la campaña. Rojo es un referente y Almirón aguarda la evolución futbolística para que el zaguero pulsee por un lugar en la formación. Actualmente es el único que está fuera de acción, después de la recuperación del paraguayo Bruno Valdez –desgarro del bíceps femoral izquierdo en el partido con San Lorenzo- y del juvenil Gabriel Aranda, repuesto de un esguince en la rodilla izquierda que sufrió en la Reserva, con Defensa y Justicia. En la actualidad, Jorge Figal, Facundo Roncaglia y Nicolás Valentini son los futbolistas a los que echa mano el entrenador para diseñar la pareja de defensores centrales.
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Voz de mando, personalidad, experiencia, juego aéreo en las dos áreas, todas características que Rojo puede brindarle a Boca para que los xeneizes alimenten el sueño de máxima que tiene la temporada. La Copa Libertadores es la obsesión: el certamen se convirtió en una cita esquiva desde 2007 para el club, mientras que el defensor saboreó el éxito con Estudiantes de La Plata en 2009. Tan ligada a la historia en el comienzo del milenio, ahora descubrir el camino para volver a levantar el trofeo es un laberinto.
El miércoles, en Colombia, Boca puede tomar impulso para dominar el Grupo F y hasta podría ofrecer el pasaje a los octavos de final: un triunfo y una derrota de Colo Colo con Monagas, abriría una brecha de seis puntos con dos partidos por delante, con los colombianos de Deportes Pereira y los chilenos.
Y el juego con Colo Colo, en la Bombonera, podría resultar el retorno a las concentraciones de Rojo con el plantel profesional. El equipo chileno será rival de la quinta jornada, cinco días más tarde del cotejo que el defensor disputará frente a Arsenal, en la Reserva. Esa es la agenda que programó Almirón, la actuación del platense y los informes que enseñen los médicos –ante posibles dolencias; el último partido fue el 12 de octubre de 2022- determinarán si la línea que trazó el director técnico sigue su curso con el capitán integrado y a disposición de lo que reclame el fixture.
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Para Rojo, el regreso se impone como una necesidad para sus pretensiones a futuro. El contrato termina en diciembre, pero el deseo del jugador es continuar en el club. “Seguro siga un tiempo más, estoy muy contento”, lanzó en diálogo con El Canal de Boca. La frase no es solamente una ambición para el capitán, que sin jugar inició conversaciones con Riquelme para conocer si el vicepresidente lo tiene en la consideración para las próximas aventuras. “Estoy hablando con Román de cara al futuro. Quiere también que siga: habrá que ponerse de acuerdo y que sea lo mejor para el club, para mí y para la gente”, comentó en la charla.
Apenas se lesionó los ojos se le llenaron de lágrimas a Rojo, que sufrió la misma lesión –aunque en la rodilla izquierda- en abril de 2017, cuando jugaba en Manchester United. Siete meses transcurrieron desde la operación, jornadas eternas para el capitán que aquella tarde en Junín se quedó en el banco de los suplentes apoyando a sus compañeros y que ahora descuenta los últimos diez días para activar el regreso.
