BAYERN 1 - 3 LEIPZIG Harakiri del Bayern
Enésimo batacazo del equipo alemán, que cayó derrotado en el Allianz Arena y, de esta manera, abrió la puerta para que el Borussia Dortmund vuelva a recuperar el liderato.
El Bayern, vistiendo su nueva y polémica camiseta blanca, tuvo más del partido desde el pitido inicial. El campeón se adueñó del esférico y encontró a un eléctrico Cancelo por el carril izquierdo que fue el futbolista más desequilibrante del primer período. En las botas del portugués nació la primera ocasión de los bávaros pero Müller, después de que un toque sutil de Musiala le dejara sólo ante Blaswich, no fue capaz de batir al meta sajón. No importó dado que el mito muniqués le sirvió el cuero a Gnabry poco después para que el internacional alemán se colara en el área y pusiera patas arriba el Allianz por medio de un derechazo que entró tras estrellarse en el palo.
El tanto fue merecido y los de Tuchel pudieron ampliar la renta antes de pasar por vestuarios en un disparo de Musiala que salió demasiado centrado y no supuso problema para Blaswich. Y fue entonces cuando el Leipzig despertó. Encontraron profundidad los de Rose y apareció Szoboszlai, que avisó por medio de dos disparos que se marcharon fuera por poco. El húngaro también sirvió un centro a Orban, pero la volea de su compatriota tampoco encontró portería. Más de lo mismo de parte de Dani Olmo, cuyo disparo fue bloqueado por la zaga bávara.
Era consciente el líder de que la renta era demasiado escasa y que tenía que ir a por el segundo para amarrar los tres puntos. Pero el Leipzig que saltó al césped del coliseo bávaro en la segunda mitad fue otro. Logró nivelar el duelo. Volvió a llegar a las inmediaciones del marco protegido por Sommer. Y, finalmente, puso las tablas por medio de una contra magistral que Laimer, jugador que fichará por el Bayern en verano, finalizó a las mil maravillas tras recibir de Nkunku. Y el conjunto visitante olió sangre.
Sabían los de Rose que el tanto cambiaría por completo la tesitura del partido dado que el Bayern necesitaba los tres puntos para no temer por el liderato. Y se le notaron los nervios a un campeón que, pese a las entradas de Sané y Gravenberch para el tramo final del choque, no lograba quitarse de encima al RB. Szoboszlai avisó en un libre directo, pero tuvo que ser Nkunku el que enmudeciera el Allianz tras recibir una patada de Pavard en el área y no perdonar desde los once metros. Una mano de Mazraoui provocó la segunda pena máxima y Szoboszlai también batió a Sommer para sentenciar la victoria, certificar la Champions y poner patas arriba la Bundesliga.