BARCELONA 1-REAL SOCIEDAD 2 / Fiesta por partida doble

El Barcelona celebra el título y la Real Sociedad vence en el Camp Nou después de 27 derrotas seguidas y se acerca a la Champions. Lewandowski ya toca el Pichichi, pero Ter Stegen pone en duda su récord.

Santi Giménez
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El Barcelona es generoso y a su fiesta de celebración invitó con todos los honores a una Real Sociedad que después de 27 derrotas seguidas en el feudo blaugrana tomó el Spotify Camp Nou con una triunfo por 1-2 que acerca el objetivo de la Champions para los donostiarras.

El partido tenía dos argumentos. Uno era el del Barcelona, que salió para cerrar una semana de celebraciones con un espíritu que desembocó en la escenificación de la parte más lúdica del juego. Una característica que interpreta como nadie Ousmane Dembélé. Aferrado al espíritu del francés, que se recrea en aceleraciones, arabescos, regates y filigranas, el equipo de Xavi empezaba muchas cosa y no acababa ninguna. Si a eso le unimos que en estos partidos se impone la juerga ofensiva por encima de la concentración defensiva, el menú estaba cantado. Y si Ousmane era el epítome de la producción en ataque, Koundé era el compendio de la candidez en defensa. Qué Santa Lucía le conserve la vista a los genios que le eligieron como miembro del equipo ideal de LaLiga. Su temporada, digan lo que digan los premios, ha sido decepcionante. En la media parte, Xavi, retiró al francés del campo y dio entrada a Marcos Alonso.

El otro argumento inicial era el de la Real Sociedad, un equipo necesitado de puntos para asegurar su clasificación de cara a la Champions, especialmente después del triunfo del Villarreal en Girona.

Un error grosero de Koundé (uno más en lo que va de temporada) le valió a Merino para adelantar a la Real Sociedad a los seis minutos de un partido que el Barça se siguió tomando al estilo Dembélé. Una manera de jugar tan lúdica como poco productiva. Pero con la disculpa de que si había un día para divertirse, era el de la Real saliendo ya como campeón.

Ter Stegen, que jugaba otro partido y sigue obsesionado con sus récords evitó que Barrenetxea y Cho ampliaran el marcador para la Real Sociedad. En el campo, el público veía un partido divertido, el entrenador del Barça estaba tranquilo y a Imanol, técnico de la Real, se e llevaban los demonios, porque en esos primeros 45 minutos tuvo el duelo en su mano.

En la segunda parte, el partido se encalló porque viendo que se acababa, se acabó el espíritu festivo y ya lo que contaba era ganar. El Barcelona quiso ponerse serio para no perder en su celebración y la Real no estaba dispuesta a dejar escapar unos puntos que valían la Champions.

Xavi, para tratar de acabar la fiesta en paz sacó a Ferran y a Ansu, mientras que Imanol introducía a Gorosabel y a Take, al que siempre es un gusto verle con la pelota. El japonés es un futbolista que mejora todo lo que toca y a la tercera pelota que tocó, armó un contragolpe que acabó con el 0-2 de Sorloth, que batió a Ter Stegen en duelo cara a cara. Kubo es tan buen jugador como gran persona. Incluso fue a perdonar a Marcos Alonso después de que éste le soltara un guantazo de impotencia y luego tratara de levantarle del suelo. Uno se pregunta qué hace Take en la Real y Koundé y Marcos en el Barça, pero ese es otro tema.

El partido languideció con la Real buscando el tercero y Ter Stegen siendo el único del equipo de Xavi que parecía tomarse en serio el partido, a excepción de Lewandowski, que cazó en el 89′ un centro de Ferran Torres que puso emoción al marcador. Y nada más. Lewandowski avanza al Pichichi, la Real hacia la Champions y el que sale triste es Ter Stegen, que ve peligrar sus récords.

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