BARCELONA 1-OSASUNA 0 / Alba deja LaLiga a un palmo

Un gol de Jordi Alba derribó la muralla de un Osasuna estupendo que resisitió en inferioridad desde el minuto 27.

Santi Giménez
As
Un gol de Jordi Alba en el minuto 85 puso al Barça a las puertas de LaLiga tras jugar un partido ante un rival como Osasuna que en absoluto ahorró esfuerzos a pesar de estar a las puertas del gran partido de su historia. Osasuna jugó más de una hora en inferioridad por expulsión de Herrando y con muchos jugadores sobre el campo que no son habituales, que están en fase de recuperación o en rodaje, pero la puesta en escena de los de Arrasate fue estupenda. Resistió hasta donde pudo, pero salió con un chute de moral rumbo a La Cartuja donde jugarán el partido de su vida. El undécimo 1-0 del Barça deja el título al alcance de los blaugrana, que vencen, pero no convencen. Pero en estos días, lo que toca es ganar.

Como todos los objetivos en la vida, a LaLiga se puede llegar rápido y divirtiéndose (lo que conlleva el riesgo de salirse del camino en alguna curva) o ir pasito a pasito. Sin arriesgar, con lo de siempre, sin tocar nada como el que cada mes va poniendo unos eurillos en un plan de pensiones. Esa cantidad que te ahorras mientras tienes edad de salir, pero de la que disfrutará cuando tengas ya 80 años y puedas pegarte la vida padre. Entre las dos opciones, Xavi decidió apostar por la segunda. Como la ratita que barría la escalera, Xavi va a lo seguro. Cada moneda que se encuentra, va al bolsillo. Que la gloria acabará llegando porque la base del éxito de este colectivo ha quedado claro que no está en la brillantez, está en la constancia y el trabajo. El Barça es una cadena de producción abonada al 1-0. Y LaLiga es su Plan Quinquenal.

Puede que no sea este el plan más seductor del mundo, pero es el que hay y el que va a acabar por dar el éxito a pesar de que a la grada del Camp Nou se le esté poniendo cara de Vladimir y Estragón, los dos desesperados protagonistas de la obra de Beckett. El Barça espera LaLiga con el entusiasmo que estos dos vagabundos que esperaban a Godot. El título llegará. Quizás Godot es el buen juego y no el título de Liga. Pues seguiremos esperando.

Si el público del Barça esperaba el buen fútbol, Osasuna esperaba otra cosa. Llegó al Camp Nou el equipo de Jagoba como ese pretendiente que acude por primera vez a casa de la novia a conocer a los padres: con ganas de no desentonar, quedar dignamente y no sufrir demasiadas bajas de cara a la siguiente cita. Y eso que en el primer plato, los navarros rompieron una copa de la vajilla de la abuela. Hay que decir que salieron de la cita manchados, pero con todas las bendiciones.

A los 27 minutos de partido, el debutante Herrando vio la tarjeta roja directa por una falta sobre Pedri cuando se iba a por el portero. La expulsión y la hora de inferioridad que le quedaba al equipo navarro por delante no cambió los planes de Jagoba Arrasate, que siguió dirigiendo a una cuadrilla perfectamente organizada ante una centuria blaugrana que se movía a tres por hora y que a pesar de estar en superioridad, no veía la manera de meter mano a un grupo de aguerridos navarros que eran conscientes que su gran batalla está el sábado en La Cartuja ante el Real madrid en la final de Copa. Los de Osasuna Promesas no son promesas, son algo más

El Barcelona era un puré de guisantes indescifrable para un equipo que perdió a Gavi, súper explotado en cuestión de minutos jugados teniendo en cuenta su edad, a los 36 minutos por una lesión en los adductores.

Su puesto lo ocupó Ansu, que ante la oportunidad de reivindicarse, volvió a crear dudas y marró un par de ocasiones que hubieran sido oro para su situación.

En medio del caos barcelonista, Alba compareció para resolver el lío blaugrana en la delantera. Una cesión de De Jong y un remate con el exterior delicioso del lateral valieron tres puntos que dejan al Barça a las puertas de la gloria y a Osasuna creyendo en todo.


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