Valverde vuelve a ser Valverde
En Stamford Bridge, Valverde remontó el vuelo con una asistencia y un MVP. “¡Ese premio era mío, ya hablaré con él”, bromeó Rodrygo. Estuvo omnipresente.
Ante el Chelsea, Valverde fue el segundo jugador de todo el equipo que más veces intervino (70), sólo superado por Camavinga (72) y por por encima de sus dos compañeros en la sala de máquinas (Kroos (67, los pivotes tienden a ser los líderes de estas tablas por la cantidad de veces que reciben para cambiar de orientación) y Modric (63). La radiografía profundiza aún más: futbolista del Real Madrid que más ocasiones creó (3), el segundo que más pases completó (47), el que más dio en el último tercio (11) y el segundo que más regateó (3, sólo superado por la sonrisa pícara de Vinicius, con 5). Por último, su acierto en pases fue de un 88%, sólo fallando uno de los cinco que probó en largo.
Y eso que empezó algo errático, sufriendo para evadir la presión vertiginosa que planteó el Chelsea. “Sabíamos que tocaba aguantar, porque no iban a ser capaces de mantener ese ritmo en la segunda parte”, deslizó Ancelotti en rueda de prensa, con un “yo lo sabía” para sus adentros. Así fue. Cuando a los blues les empezó a escasear la gasolina, el Halcón arrancó el Ferrari. Anduvo omnipresente, clave para manejar el balón desde la medular y, como reflejan los datos, valiente en ataque. Le faltó algo de acierto... hasta que lo encontró en una asistencia a Rodrygo en el segundo gol. La guinda.
Sanción: 4-12 partidos
Una sonrisa para quien llevaba mucho tiempo sin sonreír. Y es que Valverde lleva tiempo algo más apagado por motivos evidentes y la reciente polémica con Baena, en ese sentido, no ha ayudado. La última información acerca de ese caso es que ha quedado delegado hacia Competición. Traducción: los jugadores tendrán que declarar y la sanción oscilará entre cuatro y doces partidos. La resolución tardará, aproximadamente, mes y medio. A la espera, Valverde sigue jugando y, visto lo visto, remontando el vuelo. Enseñando de nuevo esa versión Halcón que hizo olvidar al Pajarito. Un jugador “indiscutible” que, por momentos, pareció tambalearse; pero quiere seguir siéndolo.