Un empate caliente que tuvo de todo y que finalizó con la palomita de Figal para el 2-2 en el minuto 54
Se midieron por la 13° fecha; Almirón repitió casi en su totalidad el equipo que venció por la Copa Libertadores, pero cometió errores defensivos que lo condicionaron; el Canalla también aportó lo suyo y tuvo méritos ofensivos, sobre todo desde la rebeldía de Giaccone y Veliz
El tema en Boca es que lo que se veía de la mano de Hugo Ibarra a comienzos de 2023, y luego con el interinato de Mariano Herrón, estaba lejísimo de las aspiraciones que puede tener un equipo que pretende ser protagonista en todos los frentes. Sin embargo, Almirón generó disparadores (leves, pero disparadores al fin) para intentar reactivar una maquinaria que estaba demasiado descuidada.
Rosario Central, un equipo muy mejorado también desde que asumió Miguel Angel Russo, se hizo fuerte en el Gigante de Arroyito desde el juego de los tres zurdos ofensivos (Lautaro Giaccone, Ignacio Malcorra y Jamilton Campaz) se hizo peligroso sin la necesidad de generar tantas chances de riesgo, aunque las creó (y más) que Boca. Además de la figura de Alejo Veliz, un 9 que presiona, lucha y aguanta todo lo que le tiran, pero también juega y ataca los espacios como pocos. Boca está dando pasos para adelante con Almirón con respecto a lo que venían haciendo los técnicos anteriores, el tema es si (en el corto plazo) le va a alcanzar para competir como su historia se lo demanda, sea en el frente que sea.