Manchester United vio perdida su ventaja sobre Sevilla tras un final de desconcierto
ERIK TEN HAG no se ha equivocado mucho desde que llegó al Manchester United.
Este era otro asunto.
Con su equipo al mando realizó cuatro sustituciones no forzadas durante la segunda parte.
Los jugadores que entraron, excepto Christian Eriksen, simplemente no fueron tan buenos como los que se fueron.
Y de dominar con dos goles de Marcel Sabitzer en los primeros 21 minutos, terminaron empatados y por todos lados.
Jesús Navas, ex del Manchester City, remató un centro en el minuto 84 que desvió Tyrell Malacia y David De Gea al primer palo y entró.
Luego, en el tiempo de descuento, fue el turno de Harry Maguire de meter el balón por el lado equivocado cuando el cabezazo de Youssef En-Nesri rebotó en él y superó a De Gea.
Los fieles viajeros enloquecieron, el resto de Old Trafford quedó estupefacto.
Todo había comenzado tan bien.
Sabitzer está cedido en el Manchester United.
Un cambio importante en las vacaciones escolares de medio trimestre provoca la furia de miles de padres
En la evidencia de esta primera mitad, el acuerdo debe hacerse permanente desde el Bayern de Múnich.
Ten Hag había llamado a Anthony Martial para que subiera al plato con el máximo goleador Marcus Rashford lesionado.
En cambio, fue Sabitzer, de 29 años, con un par de golpes que parecían haber aplastado al Sevilla en el parque de pelota.
Su rápido doblete en la primera mitad había puesto al Manchester United a cargo de estos cuartos de final de la Europa League.
Pero la falta de encontrar un tercer gol y un lapso tardío han dejado un lugar en la semifinal en juego cuando los Diablos Rojos se dirijan a España la próxima semana.
El primer gol de Sabitzer llegó a los 14 minutos.
Martial tuvo más movimiento de lo que hemos visto en algunas temporadas en esta, su primera apertura desde que se lesionó.
Menudo giro hizo en la banda para atraer a tres sevillistas antes de pasarle el balón a Jadon Sancho.
El brasileño despidió a Bruno Fernandes para deslizar un balón y el disparo del internacional austriaco Sabitzer pasó por encima del portero con la ayuda de un ligero desvío.
El segundo strike siguió en el minuto 21 con el animado Martial metiendo el balón esta vez para Sabitzer, quien terminó con la apariencia de un delantero experimentado.
Sabitzer marcó tantos goles en siete minutos aquí como en 54 partidos con el Bayern de Múnich.
De hecho por club y selección ya son cinco en seis partidos, habiendo abierto su cuenta con el United ante el Fulham en la FA Cup y anotando dos para Austria ante Azerbaiyán en el reciente parón internacional.
Sabitzer se ha movido en el campo en los últimos tres juegos en un ajuste táctico que ha dado sus frutos.
Bruno Fernandes, a su vez, se ha hundido más para dictar el juego en un papel de mariscal de campo.
Había llamado a Antonio antes del partido para que comenzara a dar más alegando que "puede matar a los oponentes".
Marcos Acuña, del Sevilla, se moría por que terminara el juego mientras giraba, giraba, disparaba y golpeaba.
Las actuaciones de Antony son cada vez mejores y mejores para el United.
Estuvo vivo en los primeros respiros de este juego jugando un gran pase para que Jadon Sancho anotara después de solo 15 segundos, pero estaba fuera de juego.
La actuación de Antony merecía un gol y casi lo consigue también con una carrera y un tiro en la segunda mitad, que rebotó por dentro del segundo palo.
Era un Sevilla que a pesar de su pedigrí en las competiciones era vulnerable y el United lo sabía.
Pero Ten Hag los subestimó con todos los cambios.
Advirtió a su equipo que serían un peligro después de todo lo que han levantado este trofeo seis veces con la apariencia de la Copa de la UEFA y ahora la Europa League.
El conjunto español también eliminó al United en las semifinales de esta competición en 2020 y en la Champions League en 2018.
Aún así, fue un club que llegó aquí en desorden, ahora en su tercer entrenador esta temporada y ocupando el puesto 13 en la tabla después de haber parecido aspirantes al título por un tiempo en la última campaña antes de un colapso tardío.
El viernes habían cedido una ventaja de dos goles en los últimos minutos para empatar 2-2 con el Celta de Vigo y dos jugadores expulsados.
Otro podría haber visto rojo cuando los tacos de Erik Lamela aterrizaron en la espinilla de Casemiro.
El VAR comprobó y pegó con la amarilla a los árbitros.
Casemiro volvería a estar en guerra en la segunda mitad cuando un intento de cabeza de Nemanja Gudelj lo vio patear al brasileño en la cara.
Otro amarillo.
El United había dominado totalmente a los visitantes en el primer tiempo hasta el tiempo de descuento en ese primer tiempo cuando David De Gea tuvo que hacer una gran parada del cabezazo de Tanguy Nianzou.
Fue una advertencia.
Con una apretada agenda que los habrá llevado a Nottingham, Sevilla y Wembley por una semana el domingo, Ten Hag hizo un triple cambio poco después de la hora.
Fernandes, Sancho y Martial salieron reemplazados por Wout Weghorst, Christian Eriksen y Anthony Elanga.
Harry Maguire ya había entrado en el descanso tras la lesión de Raphael Varane.
Mientras que Antony saldría con una gran ovación a diez minutos del final para ser sustituido por Facundo Pellistri.
Eran demasiados. El equipo perdió completamente su forma y perdió el control.
Sobre todo cuando Lisandro Martínez fue sacado lesionado del campo por dos jugadores del Sevilla antes de romper a llorar.
Y el United tampoco podrá contar con Bruno Fernandes para el partido de vuelta de la próxima semana por sanción luego de que recogiera una amarilla.
