Jota anota el gol de la victoria en el último suspiro después de la increíble pelea de los Spurs
SÓLO Tottenham podría remontar tres goles en contra después de 15 minutos, lograr el empate en el tiempo de descuento y aun así perder el partido.
Richarlison pensó que había sellado una remontada verdaderamente fenomenal cuando remató de cabeza su primer gol en la Premier League para los Spurs en el minuto 93 para poner el 3-3.
Sin embargo, segundos después, su compañero Diogo Jota golpeó en el otro extremo del campo para romper el corazón de los Spurs.
Fue una tarde verdaderamente loca que, a pesar de todo el increíble entretenimiento en la portería, mostró cómo ambos equipos son sombras de los que disputaron la final de la Liga de Campeones hace cuatro años.
Los jugadores de los Spurs se habrán estado preparando para otra ronda rápida para reembolsar a los seguidores después de un cuarto de hora aquí, cuando los goles rápidos de Curtis Jones y Luis Díaz, más un penalti de Mo Salah, pusieron al Liverpool 3-0 arriba.
Podría decirse que fue tan malo, si no numéricamente, como el Newcastle fuera de casa la semana pasada cuando enviaron cinco después de 21 minutos y el equipo terminó reembolsando a sus pobres fanáticos que viajaban.
Pero Jota se aseguró del lado de Ryan Mason, a pesar de toda su lucha después de su horrendo comienzo, todavía tenía esa sensación familiar de hundimiento a tiempo completo.
El presidente Daniel Levy observó cómo los fanáticos visitantes cantaban canciones una vez más instándolo a renunciar y recuperar su dinero después de los impactantes primeros 15.
Algunos seguidores de los Spurs incluso abandonaron Anfield en ese momento, sin duda temiendo otra anotación de cricket después de aterrorizar a Tyneside.
Lo que se perdieron fue uno de los partidos de la temporada, aunque se consolarán con el hecho de que no tuvieron que presenciar el puñal de Jota en el corazón.
Ryan Mason, el interino que reemplazó al interino después de que el jefe interino Cristian Stellini fuera despedido por la paliza en Newcastle, debe haber sentido todo tipo de emociones después de lo que había pasado su equipo.
El hecho es que están sextos, empatados a puntos con Aston Villa, y solo dos por delante del Brighton en forma, que tiene tres juegos en la mano.
Existe una clara posibilidad de que Tottenham no se clasifique para Europa esta temporada.
Mientras que el Liverpool, donde se celebrará Eurovisión en mayo, tiene muy en la mira el fútbol del continente tras cuatro victorias consecutivas.
Esta victoria, tan poco convincente como fue en su totalidad, los elevó al quinto lugar en la liga, aunque un puesto entre los cuatro primeros parece seguramente fuera de alcance con Newcastle y Manchester United demasiado por delante.
El ex hombre del Liverpool y los Spurs, Graeme Souness, dijo que este juego brindó una oportunidad para que los jugadores luchen por el futuro de su club.
Para Tottenham, significó casi todos ellos dada la forma en que se derrumbó su temporada.
Para los anfitriones, el escocés estaba hablando más específicamente sobre los jóvenes mediocampistas Jones y Harvey Elliott, dado que el centro del campo es donde el Liverpool obviamente necesita refuerzos.
Pero el jugador de Inglaterra Sub-21, Jones, demostró por qué merece ser parte del futuro en Anfield con el primer gol a los tres minutos, disparando cuidadosamente una volea controlada dentro de los tres minutos después de pasar como un fantasma detrás de Pedro Porro.
Eso se compara con solo tres antes de esa temporada durante toda la temporada para el lateral ultra creativo, que ha estado entrando más en el centro del campo este mes mientras Jurgen Klopp buscaba seguir el ejemplo del Manchester City para revertir la suerte de su equipo.
Fue un comienzo de pesadilla para Mason, y empeoró aún más dos minutos después.
Sorprendentemente, Díaz tuvo su primera apertura desde octubre, ya que finalmente se recuperó de una grave lesión en la rodilla.
El colombiano, a quien los Spurs intentaron comprar en enero de 2022 solo para ser derrotado por el Liverpool, desvió brillantemente una volea en el primer poste después de que Cody Gakpo la cortara.
Cristian Romero no se acercó a Díaz y fue el argentino campeón del mundo el que volvió a fallar en el tercero al derribar sin sentido a Gakpo en el área.
Salah había fallado sus últimos dos tiros desde el punto de penalti, pero esta vez no se equivocó y lo recortó por la mitad.
Llevó al rey egipcio a 184 goles con el Liverpool en lo que fue su aparición número 300, lo que lo coloca a uno por encima del recorrido de los Rojos de Robbie Fowler.
Su huelga provocó un éxodo de varios fanáticos de los Spurs, con Gary Neville bromeando en los comentarios de que los jugadores de los Spurs deberían establecer un débito directo para reembolsarlos nuevamente después de su horrorshow de Geordie.
En ese momento, temías otro puntaje de cricket, pero este equipo de Liverpool también tiene sus propias fallas, y Klopp admite que se necesita una reconstrucción en el verano.
Sus debilidades se mostraron cuando los Spurs anotaron uno y tal vez podrían haber tenido dos más antes del descanso.
Dejan Kulusevski pudo haber anotado, Son debió haber anotado y el confiable Kane finalmente anotó al enterrar un excelente centro de Ivan Perisic.
Llevó al capitán de Inglaterra a 25 goles en la Premier League en la temporada y 208 en general, al mismo nivel que Wayne Rooney.
Y dejó a los fanáticos visitantes, al menos a los que se quedaron, con una extraña sensación de optimismo de cara a la segunda mitad.
Los visitantes estuvieron a un paso de reducir aún más el déficit después de que Son y Romero golpearan la madera.
Esa pareja se combinó con 13 minutos para el final cuando Romero le pasó un balón a Son, quien disparó más allá de Alisson para crear un final intrigante.
Un nervioso Liverpool tuvo suerte de no quedarse con diez hombres también cuando el suplente Diogo Jota atrapó a Oliver Skipp con una bota alta que dejó al hombre de los Spurs sangrando por la cabeza.
Los anfitriones dieron un suspiro de alivio cuando a Richarlison se le negó un penalti cuando Ibrahima Konate lo detuvo.
Pero el brasileño todavía tuvo tiempo de rematar de cabeza lo que pensó que era un punto salvado cuando convirtió un tiro libre de Son antes de rasgarse la camiseta y saltar entre la multitud para celebrar.
Sin embargo, todavía quedaba otro aguijón en la cola, ya que Jota mantuvo la calma para superar a Fraser Forster, estallar Anfield y dejar a los Spurs devastados una vez más.
