Gabriel Heinze se enojó con un periodista cuando le cuestionó la posición en la cancha de un jugador
Una opinión sobre Djorkaeff Reasco generó un áspero momento en la conferencia de prensa
El DT había aceptado que le resultaron “molestos los silbidos, pero son parte de esto” y escuchaba con serenidad el comienzo de una consulta respecto de la posición en la que jugó el ecuatoriano Djorkaeff Reasco, hasta ser reemplazado a los 19 minutos del segundo tiempo. Hasta que algo no le gustó.
Abriendo una botella de agua, sin mirar al periodista, ya cambió el gesto cuando se le aseguró que el jugador no se había sentido cómodo en ese lugar y se le pidió que dijera qué había intentado. Enseguida, clavó la mirada en el interlocutor, tomó un sorbo, pensó dos segundos y retrucó: “¿Te dijo Reasco que se sintió incómodo?”.
El periodista le respondió que “no, pero...” y enseguida el Gringo lo interrumpió. “Perdoname, entonces... ¿cómo vas a decir algo que vos no sabés?”. De inmediato, ya mirando hacia todos los que tenía delante, amplió su molestia el entrenador: “Esto es una cosa tremenda”.
Reformulando su pregunta, el cronista le indicó que “creía que a lo mejor...”. Y Heinze volvió a ponerse en un rol “educativo”: “Ah, bueno, si vos querés que hablemos del posicionamiento y de fútbol está perfecto, pero no de (cómo se sentía) una persona que no tenés idea. ¿Qué hacés vos si ahora sale Reasco y dice ‘yo me sentí muy cómodo’?”, le propuso, y subió la apuesta respondiendo la pregunta el propio DT: “No pasa nada porque vos decís tantas cosas que una cosa (más) que digas no pasa nada”.
Tras ello, el entrenador comenzó a explicar su idea, inicialmente recuperando la serenidad: “Lo que hice fue jugar más centralizado, porque ellos jugaban con una línea de tres, que la convertían en línea de cuatro y en línea de cinco. Cuando querían hacer salida con línea de cinco más dos bases lo hacían con siete futbolistas. Eso quiere decir que la construcción la hacían tres más dos. Si yo jugaba con los wings abiertos, iba a estar la pelota casi cuatro o cinco segundos la pelota en esos centrales”.
El periodista lo interrumpió y Heinze volvió a enojarse: “¿No me estás llevando lo que yo te estoy diciendo, no? Te estoy explicando por qué el posicionamiento de Reasco, me hiciste una pregunta y ahora me saltás con una opinión tuya. Tus opiniones tenelas vos, yo te voy a explicar lo que hago o lo que yo veo... Si no, nos vamos a un bar a tomar un café y hablamos de fútbol ahí, pero acá yo te respondo tu pregunta”.
Al final del encuentro, el DT se había ido a saludar con Gabriel Milito, entrenador del Bichito, y ambos se quedaron hablando amistosamente durante más de tres minutos. Los que estaban cerca aseguraban que la conversación estaba relacionada con la táctica. Milito lo escuchaba atento, Heinze gesticulaba, se abrazaron, hicieron unos pasos y continuaron con el apasionado intercambio, ya por momentos con el DT del equipo visitante hablándole al oído o tapándose la boca.
Esa situación no pasó inadvertida para algunos jugadores de ambos equipos. Entre ellos, Kevin Mac Allister, que los miraba a la distancia y sonreía. “Lo podríamos dejar a Gaby acá y que se vayan a un hotel, que cenen tranquilo los dos”, bromeó el futbolista que antes fue dirigido por Heinze en Argentinos.