F1 | GP DE AUSTRALIA / La madre del cordero
Accidente entre Fernando y Sainz con sanción que deja sin puntos al madrileño. El asturiano acaba tercero por detrás de Verstappen y Hamilton gracias a una bandera roja.
Mala salida de Verstappen
El domingo en Albert Park tuvo de todo. En la salida, Russell y Hamilton aprisionaron a Verstappen, que arrancó mal, hasta adelantarle. Sainz también pasó a Alonso por el exterior de la tres. Tras ellos, Stroll se encajonaba con Leclerc y tocaba al monegasco, que acabaría atrapado en la grava. Abandono temprano e inicio de temporada aciago. Coche de seguridad para rescatar al Ferrari empanzado, resalida… y accidente con todas las letras de Albon en la chicane rápida. El Williams destrozó las protecciones y llenó el asfalto de grava y fibra de carbono. Era la vuelta 8 y los de mecha corta aprovecharon el ‘safety car’ para cambiar neumáticos: Russell y Sainz, sí; Hamilton, Verstappen, Alonso y Stroll, no. Los primeros pringaron, salió la bandera roja.
Se relanzó la carrera desde la parrilla. Mal Stroll, que perdió posiciones y se le fue el tren del podio. Delante pasó lo que todos esperaban: Verstappen fundió a Hamilton en cuanto abrió el DRS y se puso a tirar con cabeza, pero sin piedad. Alonso se asentó en la tercera plaza. Russell y Sainz tenían que remontar por la parada cara anterior, ambos con bastante ritmo. Aunque el día repleto de incidencias guardaba una más para el joven piloto de Mercedes: su motor empezó a arder en plena recta (vuelta 18), así que lo aparcó como pudo en el final del ‘pit-lane’ (con coche de seguridad virtual) y se marchó a casa.
Sainz prosiguió con una impecable remontada en la pista: Piastri, Norris, Hulkenberg, Stroll, Gasly… le sirvió para llegar a la estela del Aston Martin de Fernando. Que a su vez, perseguía la estela del Mercedes de Hamilton. Pero todos iban justos, con lo puesto, porque un stint de casi 50 vueltas con neumáticos duros está repleto de riesgos. Con todo, la carrera se había establecido y nadie aspiraba a nada mejor de lo que tenía. El final estaba cantado. Hasta que… Magnussen arrancó de cuajo una rueda por rozar con el muro (vuelta 55 de 58) y salieron primero el ‘SC’ y luego la bandera roja. Todo sea por el espectáculo: ‘sprint’ de dos vueltas con salida desde la parrilla y todos los puestos en juego. Pocas veces se habrá vivido tanta tensión en los 75 años de historia que tiene la Fórmula 1.
Un desgüace en dos curvas
Claro, con la tensión por las nubes pasó lo que tenía que pasar: la resalida no pudo tener más accidentes. Delante, Sainz tocó a Alonso (rueda delantera izquierda con trasera derecha) y el asturiano trompeó. Salvó un golpe más fuerte pero perdió casi todas las posiciones (quedaba undécimo). Carlos se situaba tercero, a la espera de que los comisarios investigaran lo que había sucedido ahí. Stroll fue por la grava para evitarlo. Sargeant arrolló a De Vries. Y Gasly y Ocon se chocaron y destrozaron sendos Alpine. El accidente entre los dos pilotos españoles podía volverse tremendamente polémico pero la inmediata bandera roja restituyó el orden de carrera original (sin los accidentados). Esto es Verstappen, Hamilton, Alonso, Sainz, Stroll, Pérez, Norris, Hulkenberg, Piastri, Zhou, Tsunoda y Bottas. Pero Carlos caía al 12º puesto antes de dirigirse a los comisarios para reclamar esos puntos de vuelta. Los otros ocho vieron el final por televisión.