ESPANYOL 1 - ATHLETIC 2 / Los Williams enmudecen al Espanyol
Bailó Iñaki por su banda y abrió el marcador. Entró Nico, sentenció y volvió a sonreír. Se repone el Athletic, que descompone el efecto Luis García en un Espanyol con dos goles, uno anulado.
Con el ‘nerviosómetro’ de Cornellà ya por las nubes, aún tuvo el segundo el Athletic en un disparo de Vesga y otro de Sancet, a centro del omnipresente Iñaki Williams. Apenas merodeaban los pericos el área de Unai Simón, reaparecido tras mes y medio de lesión, salvo un cabeceo de Gragera y un tiro lejano de Joselu. Hasta que al filo del descanso, se desató la euforia, tan efímera como lo son las alegrías en el Espanyol.
Peinaba el ‘pichichi’ blanquiazul un centro lateral para que Braithwaite fusilara al meta rojiblanco. Un éxtasis que detuvo Martínez Munuera desde el VAR, al observar mano –aunque involuntaria– en la asistencia de Joselu, agarrado a su vez por Vivian. Anuló el tanto sobre el césped, y tras revisar la acción en el monitor, Munuera Montero para constatar, una vez más, que a perro flaco todo son pulgas.
Continuó Iñaki haciendo de las suyas en la reanudación, primero derivando en un tiro de Guruzeta blocado por Pacheco y otro a bocajarro que el guardameta del Espanyol envió a córner. El colmillo del Athletic no era correspondido por los pericos a pesar de las urgencias, salvo en remates timoratos de Darder y Montes.
Lo que le faltaba a los locales fue la entrada de Nico Williams, quien primero bailó a la defensa para servir a Guruzeta un gol casi cantado, para acto seguido anotar por toda la escuadra un golazo, el 0-2, que le propició la ovación de los seguidores del Athletic, en el sector visitante, máxime cuando el resto del RCDE Stadium quedó enmudecido.
Y así siguió hasta el 1-2 de Darder, que metió inesperadamente a los pericos sobre la bocina, tanto que era el primer tiro a puerta del partido. A la desesperada, en la siguiente jugada se ganaba Aleix Vidal la expulsión por doble amarilla, y subía a rematar hasta Pacheco en la última del partido. La penúltima de un Espanyol en caída libre, que se aferra a su nuevo entrenador a falta de diez jornadas, ante un Athletic que tras la Copa vuelve a mirar a Europa.