El ‘favor’ de Deschamps a Benzema
El Pichichi ahora es algo personal entre Benzema y Lewandowski. El francés, tras el Mundial del que fue excluido, ha hecho seis goles más que el culé.
Para Benzema, hacer hat-tricks ha sido una labor que ha requerido tesón y proceso de maduración futbolística. Su arte sigue intacto (“La doble finta que hace en el segundo gol es espectacular”, dijo un Rubi rendido) y ya no necesita sostenerse en los penaltis (ha convertido cinco en lo que va de año, por sólo dos del tramo de agosto a enero). Benzema está más afilado, ha ganado esa décima de segundo que le hizo dudar meses atrás.
El trabajarse los hat-tricks ligueros le ha costado lo suyo. El de ayer es el quinto en 436 partidos en la Liga española (antes, al Rayo, Athletic, Celta y Valladolid). Casi los mismos, curiosamente, que en su competición fetiche, la Champions, cuatro (a Auxerre, Malmö, PSG y Chelsea). Si sumamos dos más en Copa y otros dos con el Olympique de Lyon, en total Karim ha logrado 13 tripletes en el fútbol profesional. Le ha ido cogiendo el gustillo. Tres hat-tricks han venido en sus últimos ocho partidos con el Madrid. Echa fuego.
La homilía goleadora de Benzema contra el Almería encontró, además, espacio para buscar récords. Superó los 234 tantos ligueros de Hugo Sánchez y se coloca cuarto en el ránking histórico de la Liga, a apenas 16 de Zarra (252).
Si Benzema culmina con éxito su remontada para revalidar su Pichichi será el primer back to back de un madridista desde Cristiano (2013-14 y 2014-15) y los cuatro consecutivos de Hugo Sánchez entre 1985 y 1988. Las volteretas, los ‘¡Siuuuuuus!’ y ahora, puede que la sonrisa pícara del hombre del meñique vendado.