Donald Trump fue acusado de 34 delitos graves por falsificar registros comerciales

Ante la Fiscalía de Nueva York, el magnate se declaró inocente de los cargos en su contra en el caso de soborno a una actriz porno. Es la primera imputación penal a un ex presidente de Estados Unidos

Infobae
Donald Trump fue imputado este martes por más de 30 cargos con relación al pago a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016. De esta manera, el ex presidente de Estados Unidos se convierte en el primer ex mandatario norteamericano en recibir una imputación penal.

Vestido con un traje azul oscuro y corbata roja, el magnate, de 76 años, tuvo que comparecer ante el juez de la Corte Suprema del Estado, Juan Merchan, quien supervisó el juicio por fraude fiscal de la Trump Organization el año pasado. Ante la Fiscalía de Manhattan, donde se le leyeron los 34 cargos por delitos graves en su contra, el ex jefe de Estado se declaró inocente.

Los cargos son de falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con un esquema de dinero en el caso Daniels. Todos ellos son considerados “violaciones del artículo 175.10 del Código Penal” y se definen como “intento de defraudar y de cometer otro delito” y de esconderlo.

Once de ellos están relacionados con facturas emitidas por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, que se ha declarado culpable y se presupone será uno de los testigos principales del caso.

Trump fue inculpable de haber “orquestado” una serie de pagos para comprar el silencio de tres personas antes de las elecciones presidenciales de 2016. Un portero de la Torre Trump que decía tener información sobre un presunto hijo ilegítimo recibió 30.000 dólares para guardar silencio, una mujer que afirma haber sido amante suya cobró 150.000 dólares para callarse y Daniels otros 130.000 dólares por ocultar una supuesta relación extramatrimonial, según detalló el fiscal Alvin Bragg en un comunicado de prensa.

“Según la ley del estado de Nueva York, es un delito grave falsificar registros comerciales con la intención de defraudar y de ocultar otro delito. De eso se trata exactamente este caso: 34 declaraciones falsas hechas para encubrir otros delitos. Estos son delitos graves en estado de Nueva York (...) No normalizaremos una conducta criminal grave”, dijo Bragg tras la audiencia. Y afirmó que “todo el mundo es igual ante la ley”.

El juez dejó en libertad provisional a Trump sin restricciones previas al juicio.

Tras la lectura de los cargos, Trump se retiró del tribunal a las 15.25 pm, hora local, después de permanecer casi dos horas en el lugar.

El ex presidente Donald Trump, sentado junto a su equipo de abogados en una sala del tribunal de Manhattan (AP Photo/Seth Wenig)
El ex presidente Donald Trump, sentado junto a su equipo de abogados en una sala del tribunal de Manhattan (AP Photo/Seth Wenig)

La jornada se dio en medio de un fuerte operativo de seguridad. Trump llegó al tribunal neoyorquino pasado el mediodía. Al bajarse del vehículo que lo trasladó desde su residencia en la Torre Trump en la 5ª Avenida, rodeado de agentes de su seguridad, saludó con semblante serio a sus simpatizantes, antes de ingresar al tribunal.

De camino a la corte, publicó un mensaje en su red Truth Social: “WOW, me van a DETENER. No puedo creer que esté ocurriendo en Estados Unidos - MAGA!”.

Una vez ya en el tribunal, el ex presidente realizó el trámite habitual para un imputado, como la toma de huellas dactilares y fotografías para la ficha judicial. Según informó The New York TImes, no hizo comentarios ni respondió preguntas de un reportero cuando ingresó a la corte.

Mientras se desarrollaba la histórica audiencia, la Casa Blanca afirmó que la comparecencia judicial de Trump “no es una prioridad” para su sucesor Joe Biden. “Obviamente seguirá parte de las noticias cuando tenga un momento para ponerse al día de las noticias, pero esto no es una prioridad para él”, dijo la portavoz Karine Jean-Pierre.

Tanto el magnate republicano como sus abogados han insistido en el despropósito de la causa. El magnate, no obstante, tendría que someterse a un juicio, que intentará evitar por todos los medios, con consecuencias imprevisibles para su carrera a la presidencia en los comicios de 2024.

Trump está señalado de pagar 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels en la recta final de la campaña electoral de 2016 para que callara una supuesta relación extramarital ocurrida diez años antes y que él siempre ha negado.

Su entonces abogado Michael Cohen fue el encargado de hacer el pago y el magnate le reembolsó la suma fraccionada presuntamente haciéndola pasar como minutas profesionales. La actriz alega que aceptó el dinero por temor a la seguridad de su familia.

Trump saludó a sus seguidores al llegar al Tribunal Penal de Manhattan (REUTERS/Eduardo Muñoz)
Trump saludó a sus seguidores al llegar al Tribunal Penal de Manhattan (REUTERS/Eduardo Muñoz)

Caza de brujas

En plena campaña electoral para conseguir la nominación del Partido Republicano para las elecciones del próximo año, el magnate sostiene que es víctima de una “caza de brujas”.

El caso de Trump, que ya fue objeto de dos intentos de destitución por el Congreso estadounidense como presidente (2017-2021), se juega también en los medios de comunicación.

Decenas de periodistas de todo el mundo pasaron la fría noche en vela para asegurarse un lugar en la sala para conocer los cargos que le imputa la fiscalía de Manhattan.

A diferencia de otros estados, donde las cámaras de televisión están permitidas en las salas de audiencia, el juez Merchan no hizo una excepción en esta ocasión. Solo permitió a los fotógrafos plasmar este momento histórico durante unos minutos antes de que se inicie la audiencia.

Decenas de neoyorquinos también se movilizaron para respaldar las acusaciones contra Donald Trump (REUTERS/Shannon Stapleton)
Decenas de neoyorquinos también se movilizaron para respaldar las acusaciones contra Donald Trump (REUTERS/Shannon Stapleton)

Frente al tribunal, la policía neoyorquina, en máxima alerta, instaló vallas metálicas para separar a las decenas de seguidores del magnate, arengados por la congresista de la extrema derecha Marjorie Taylor Greene, y a un puñado de detractores en una metáfora de la división política del país.

“Trump o muerte” o “Haz Estados Unidos Grande de Nuevo” (su lema, MAGA, en inglés), rezaban pancartas, banderas, gorras y camisetas de algunos. “Trump miente todo el tiempo” o “Enciérrenlo”, proclamaban los opositores.

Paulina Farr llegó desde la cercana Long Island, un feudo republicano donde el ex presidente pidió que se traslade el caso para tener un juicio “justo”, para “mostrar apoyo a nuestro presidente Trump”.

La enfermera jubilada dijo a la AFP que había estado también el 6 de enero de 2021 en Washington cuando miles de seguidores irrumpieron en el Capitolio, pero esta protesta “es muy diferente”.

Así llegó Donald Trump al tribunal de Nueva York (AFP)

En su camino

En un intento de politizar el caso y motivar a sus seguidores, que han respondido enviándole más de 7 millones de dólares para su campaña desde que se anunció la imputación el pasado jueves, el magnate recordó en la red Truth Social lo que ya usa como un lema: “No vienen por mí, vienen por ustedes. Yo estoy simplemente en su camino”.

Es “IMPOSIBLE que yo tenga un Juicio Justo” en Nueva York, agregó sobre su ciudad natal gobernada por demócratas, tras la decisión del fiscal Alvin Bragg de imputarlo el pasado jueves, al confirmar la decisión de un gran jurado.

Bragg tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa tras la audiencia de Trump en el juzgado. El magnate, a su vez, también ha anunciado que hablará a la prensa.

El caso de Daniels es solo una de las investigaciones que amenazan al ex presidente, bajo escrutinio por presionar a funcionarios para anular la victoria de Joe Biden en 2020, con una llamada telefónica grabada en la que pedía al secretario de Estado “encontrar” suficientes votos para revertir el resultado.

También es investigado por su posible papel en la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense, así como por el manejo y custodia de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca.

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