“Dio la vida por mis hijos”: la historia de horror que vivió un sobreviviente del tiroteo en Texas

En el ataque cinco personas perdieron la vida, entre ellas un niño de 8 años; actualmente las autoridades estadounidense se encuentran buscando al agresor, quien es de origen mexicano

La noche del 28 de abril, Texas volvió a convertirse en el escenario de una masacre. Eran alrededor de las 23:00 horas en el condado de San Jacinto, cuando Francisco Oropeza, mexicano de 38 años, salió al jardín de su casa para disparar al aire.


El sonido de las detonaciones perturbó el ambiente, sus vecinos protestaron: había un bebé durmiendo en casa y podía despertarlo. Francisco, lejos de atender a la petición de detener los disparos, dijo que no le podían dar órdenes, acto seguido y con rifle en mano (un AR-15), dirigió sus pasos a la casa desde donde llegaron los reclamos.

Esos fueron los minutos previos a que se desatara un tiroteo dentro de la sala del hogar, mismo en el que cinco miembros de familia de origen hondureño perdieron la vida.

Para ese momento, las víctimas ya habían llamado al menos 10 veces a la policía, sin embargo los uniformados no acudieron al lugar sino hasta mucho después.

Estos fueron los detalles proporcionados por Jefrey Rivera, esposo de Diana Velazquez, una de las tres mujeres que fueron asesinadas ese día. En una entrevista para HCH, el hombre narró con dolor lo que vivió la noche del viernes.

Francisco Oropeza, 38 años (Foto:  FBI/Handout via REUTERS)
Francisco Oropeza, 38 años (Foto: FBI/Handout via REUTERS)

De acuerdo con sus declaraciones, cuando vio que su vecino se aproximaba a la casa con el rifle, salió a buscar un arma, algo con que defenderse: encontró un machete, sin embargo, para el momento en que lo tuvo en sus manos sonaron los primeros disparos.

Mientras se escuchaban las detonaciones, Rivera intentó entrar por la parte trasera. Una vez dentro, vio al tirador de frente, en un cruce de palabras el sujeto —quien presuntamente se encontraba en estado de ebriedad— le aseguró que lo iba a matar: “Mejor te mato yo primero porque ya me chigaste a mi familia”, contestó el esposo de Diana.

Jefrey aventó el machete, fue entonces cuando vio la oportunidad de salir de la casa, esquivando algunos disparos, corrió varias calles adelante hasta que encontró una patrulla.

Cuando los oficiales arribaron al domicilio, hallaron a un niño de 8 años así como a tres mujeres sin vida. La quinta víctima mortal aún se encontraba con signos vitales, por lo que fue trasladada de manera inmediata a un hospital de la región, sin embargo, en el nosocomio finalmente falleció.

De acuerdo con la información brindada en una conferencia de prensa a cargo de Greg Capers, comisario de San Jacinto, las víctimas recibieron disparos del cuello para arriba: “Como si fueran ejecutados”, explicó.

El jefe de policía del condado de San Jacinto Greg Capers habla con investigadores en el lugar donde fueron baleadas cinco personas durante la noche, el sábado 29 de abril de 2023, en una zona no incorporada del condado San Jacinto, Texas. (Yi-Chin Lee/Houston Chronicle via AP)
El jefe de policía del condado de San Jacinto Greg Capers habla con investigadores en el lugar donde fueron baleadas cinco personas durante la noche, el sábado 29 de abril de 2023, en una zona no incorporada del condado San Jacinto, Texas. (Yi-Chin Lee/Houston Chronicle via AP)

A la par, se informó que dos de las mujeres que fallecieron cubrieron a algunos menores de edad para que éstos no resultaran heridos. De acuerdo con Carpers, buscaban protegerlos. Ello también fue confirmado por Jeffrey en su entrevista.

“Gracias a Dios que la esposa de mi sobrino y mi esposa, con su cuerpo, taparon a los cinco niños. Mi esposa murió como una guerrera, ella dio la vida por mis hijos, los cubrió de las balas con su cuerpo”, declaró la pareja de Diana Velázquez.

La vocera del FBI, Christina Garza, dio a conocer que las víctimas fueron identificadas como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21 años; Julisa Molina Rivera, de 31 años; José Jonathan Casarez, de 18 años; y Daniel Enrique Laso, de 8 años.

Actualmente, el presunto agresor se encuentra prófugo de la justicia, desde el sábado 29 de abril las autoridades confirmaron que había ampliado el radio de búsqueda a 32 kilómetros (20 millas) desde el lugar del suceso, asimismo se ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares a quien proporcione información sobre su paradero.

El tirador fue descrito como un hombre hispano de aproximadamente 1.70 de altura, fue visto por última vez vistiendo pantalón de mezclilla, con una camisa negra y botas de trabajo, lleva el cabello corto.

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