Cómo la invasión a Ucrania acabó con la industria tecnológica rusa

El conflicto ha planteado una serie de retos a las empresas más innovadoras del país, como la interrupción de la cadena de suministro, el éxodo masivo de talentos y el aumento del escrutinio gubernamental

Infobae
La decisión de Vladimir Putin de invadir a Ucrania ha tenido un impacto significativo en la industria tecnológica de Rusia, con un éxodo masivo de trabajadores del sector y las empresas más importantes que se enfrentan a una serie de retos como resultado.

En los meses posteriores al inicio de la invasión, Rusia sufrió una emigración sin precedentes de trabajadores de TI. Según cifras del Gobierno, unos 100.000 especialistas del rubro abandonaron el país en 2022, o alrededor del 10% de la mano de obra tecnológica. Junto a estas salidas, más de 1.000 empresas extranjeras redujeron sus operaciones en el país, impulsadas en parte por las mayores sanciones impuestas a una economía importante.

“Los trabajadores tecnológicos que lo dejaron todo para huir de Rusia advierten de que el país va camino de convertirse en una aldea: aislado de la industria tecnológica mundial, la investigación, la financiación, los intercambios científicos y los componentes críticos”, se lee en una nota sobre el tema de la MIT Technology Review, la influyente revista del Massachusetts Institute of Technology.

La industria tecnológica, explica la revista, no era la mayor de Rusia (representa el 3,2% del PIB total del país). Pero sí era uno de los motores principales de la economía. Entre 2015 y 2021, el sector de las TI en Rusia fue responsable de más de un tercio del crecimiento del PIB del país, alcanzando los 3,7 billones de rublos (47.800 millones de dólares) en 2021.

La decisión de Putin de invadir Ucrania provocó un emigración sin precedentes de trabajadores del sector tecnológico. (Sputnik/Gavriil Grigorov/Pool via REUTERS)
La decisión de Putin de invadir Ucrania provocó un emigración sin precedentes de trabajadores del sector tecnológico. (Sputnik/Gavriil Grigorov/Pool via REUTERS)

Según Ruben Enikolopov, profesor adjunto de la Barcelona School of Economics y ex rector de la Nueva Escuela Económica de Rusia, a medida que la industria tecnológica se quede atrás, la economía de Rusia se estancará.

“Creo que este es probablemente uno de los mayores golpes para el futuro crecimiento económico de Rusia”, dijo a la revista del MIT.

El caso de Yandex

El impacto comenzó a verse en empresas como Yandex, a la que a menudo se hace referencia como el “Google ruso”. La firma ofrecía un conjunto de 90 servicios que dominaban gran parte del mundo digital ruso. Entre ellos estaban su plataforma de contenidos Zen y la de agregación de noticias Yandex News, usada por millones de rusos para informarse durante el día. Pero estos flujos de información fueron también la fuente de sus problemas, explica la publicación.

En las semanas posteriores a la invasión rusa de Ucrania, un récord de 14 millones de personas al día se dirigieron a Yandex News. Pero en lugar de leer sobre muertes y destrucción de civiles, se les decía que los libertadores rusos estaban “desnazificando´ Ucrania. Alrededor del 70% de la información de Yandex News procedía de medios de comunicación controlados por el Kremlin que difundían propaganda, el resultado de una década de represión estatal de los medios de comunicación independientes rusos, incluidas las nuevas leyes posteriores a la invasión sobre fuentes de medios de comunicación permitidas.

“Si Yandex hacía alguna declaración [contra la guerra], podría significar el fin de la empresa”, dijo Anastasiia Diuzharden, entonces jefa de marketing de contenidos de Yandex Business.

Pero el alineamiento de Yandex tuvo un coste. Tres semanas después de la invasión, su CEO Tigran Khudaverdyan fue sancionado por la UE por ocultar al público información sobre la guerra y dimitió de su cargo. Cuatro días después, las acciones de Yandex dejaron de cotizar en el Nasdaq.

Tigran Khudaverdyan, ex CEO de Yandex, durante el Foro Económico de San Petersburgo (REUTERS/Evgenia Novozhenina)
Tigran Khudaverdyan, ex CEO de Yandex, durante el Foro Económico de San Petersburgo (REUTERS/Evgenia Novozhenina)

Finalmente, la empresa terminó vendiendo sus plataformas de noticias y contenidos a VKontakte (VK), un competidor controlado por empresas estatales.

Nueve meses después de que comenzara la invasión, Yandex anunció que dejaría de existir en su forma original. Este verano, la empresa se dividirá en dos partes: un componente ruso y otro propiedad de su antigua matriz, con sede en los Países Bajos. La parte rusa, que mantiene el control de las actividades principales de la empresa, pasará a manos de una sociedad de gestión especial compuesta por tres dirigentes de Yandex y el economista Alexei Kudrin, afín a Putin.

Incertidumbre para el Silicon Valley ruso

Del mismo modo, Skolkovo, un importante centro de innovación de Rusia, casi un intento de recrear Silicon Valley, también se ha enfrentado a retos relacionados con la guerra. Por ejemplo, muchas de las nuevas empresas y compañías con sede en Skolkovo han tenido dificultades para acceder a financiación y otros recursos debido a las sanciones económicas impuestas a Rusia por los países occidentales. Además, muchos inversores y socios extranjeros han dudado en trabajar con empresas rusas debido a la preocupación por el conflicto. En 2022, la inversión de capital riesgo en empresas rusas cayó un 57%, hasta 1.100 millones de dólares.

El polo de Innovación Skólkovo es el Silicon Valley de Rusia
El polo de Innovación Skólkovo es el Silicon Valley de Rusia

Sin embargo, Skolkovo también ha visto algunos beneficios del conflicto. Por un lado, el aumento de la demanda de soluciones de alta tecnología para los retos militares y de seguridad ha creado nuevas oportunidades para las empresas con sede en la ciudad.

De hecho, el gobierno ruso ha prometido una “financiación sin precedentes” para su industria electrónica, que podría ascender a más de 3,19 billones de rublos (41.200 millones de dólares) para 2030. Pero la construcción de ese sector será un difícil juego de ponerse al día: incluso las propias estimaciones del gobierno sitúan la industria rusa de chips entre 10 y 15 años por detrás del resto del mundo.

No obstante, según los expertos consultados por la MIT Technology Review, la industria tecnológica deberá lidiar en los próximos meses con los problemas como la interrupción de su cadena de suministro, ya que muchos de los componentes y materiales de los que depende proceden de Ucrania y de los países occidentales que sancionaron a Rusia. Antes de la invasión, Rusia importaba productos de alta tecnología por valor de unos 19.000 millones de dólares anuales, de los cuales la mayor parte (66%) procedía de la UE y Estados Unidos, según el grupo de reflexión Bruegel, con sede en Bruselas.

Debido a las restricciones comerciales, Rusia también ha perdido el acceso a los productos de una serie de empresas líderes, como Cisco, SAP, Oracle, IBM, TSMC, Nokia, Ericsson y Samsung.

Esto ha provocado retrasos y un aumento de los costes para las empresas. Además, el sector seguirá sufriendo con fuerza la escasez de talentos y un escrutinio gubernamental cada vez mayor, ya que el Kremlin aumentó el control de las empresas tecnológicas rusas, temeroso de lo que podría resultar del acceso sin restricciones de la población a la información en línea.


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