Champions |1/4 Final (Vuelta) / Fiesta en Milán: habrá derbi en semifinales
El Inter empata con el Benfica también en la vuelta y se enfrentará al Milan por una plaza en la final de la Champions. La reacción portuguesa llegó en los minutos finales, con todo decidido.
Bailaba el Inter con la mirada desafiante ya fijada en su vecino Milan, que esperaba acompañante al otro lado de la pista, cuando llegó Aursnes, poco antes del descanso, y pidió la penúltima copa de esperanza para el Benfica mandando el balón a la red de un cabezazo tras un centro de Rafa Silva desde la derecha.
Lautaro entra en escena
La canción que sonó en la segunda parte comenzó como una balada demasiado lenta para el Inter y como un reggaeton de ritmo vertiginoso para el Benfica, que se lanzó al perreo. El equipo de Schimdt, sin nada que perder, fue valiente y tuvo la iniciativa del juego, pero le faltó, como en la ida, la chispa de Gonçalo Ramos, João Mario y compañía, escondidos por los rincones oscuros.
Junto a ellos parecía estar Lautaro, pero el delantero argentino, cuando nadie lo esperaba, pidió que le sujetaran la copa, saltó al escenario, pidió el foco y remató en el interior del área un centro raso de Dimarco que desataba la locura y la euforia nerazzurra en San Siro. Correa, con un derechazo en el interior del área, pagó la última, aunque Antonio Silva, de cabeza, y Musa, en el descuento, se resistieron a abandonar la sala hasta el final, con todo ya decidido. Habrá Derby de la Madonnina en semifinales, fiesta en Milán y un finalista de la Champions italiano.