Camavinga Iron Man
El futbolista francés se consolida en el once titular de Carlo Ancelotti y cuajó en el partido contra el Celta una de sus actuaciones más completas con el Real Madrid.
Partiendo del jugador pasado de revoluciones que la temporada anterior obligaba a Ancelotti a sustituirle prematuramente en los descansos, se ha convertido, como solución de emergencia en el lateral izquierdo ante la baja de Mendy, en un titular indiscutible. Ni como mediocentro ni como interior, dos posiciones que parecían más naturales para él. Su consolidación ha llegado desde el lateral izquierdo. Una posición que Ancelotti inventó para él contra el Sheriff en el Bernabéu, en uno de sus primeros partidos en el Madrid, que Deschamps redescubrió en el Mundial, y reafirmó en la final, y desde la que se entiende a las mil maravillas con Vinicius. El del Celta fue el 16º partido (en todo lo que jugó o en algún momento) en el Camavinga que actuó como lateral del Madrid después del Mundial de Qatar.
Los piropos de Ancelotti y su polivalencia
Si los jugadores del Celta se lo encontraron por todas partes, Ancelotti también lo ve por todas partes. “Tiene una calidad extraordinaria en todas las facetas. Para mí puede jugar en todas las partes del campo. Si lo pongo como mediapunta, cumple. Si lo pongo como central, cumple. Es un jugador especial”, afirmó el técnico de Reggiolo.
Ancelotti no enumeró posiciones al azar. La temporada pasada jugó de central 14 minutos en el partido de Liga contra el Espanyol en el que el Madrid cantó el alirón. Esta temporada, en Champions lo probó como mediapunta en Leipzig. Una posición que ya había experimentado en el Rennes y con la Sub-21 de Francia. Con Les Bleuets ha llegado incluso a jugar unos minutos como 9…
Protagonismo creciente
Llegados a los 50 partidos oficiales esta temporada, Camavinga es el jugador que ha participado en más encuentros. Sólo se ha quedado a cero en el último partido de la fase de grupos de la Champions, contra el Celtic. Ya es mucho más titular que suplente: en 31 de sus 49 partidos (63,3%) ha salido de inicio. Es el octavo jugador de la plantilla que ha completado los 90 minutos (o los 120) en más partidos (20) y el noveno en minutos disputados (2.875′).
Camavinga ha dejado atrás ese ímpetu a veces desbocado que hizo que la pasada Liga viera la quinta amarilla en tan solo 463 minutos. Ahora está apercibido, pero con 1.561 minutos en las piernas. De hecho, lleva aguantando la cuarta amarilla del ciclo 422 minutos (desde el partido contra el Betis el 5 de marzo), casi el mismo tiempo que la temporada pasada tardó en ver las cinco primeras.
A todo ello suma un físico portentoso. Si alguien le pregunta en Valdebebas por cómo llegar a la enfermería, probablemente no obtendrá respuesta. Camavinga no se ha lesionado en sus dos temporadas en el Real Madrid, una circunstancia que ha permitido a Ancelotti convocarlo en todos los partidos salvo el año pasado cuando tuvo que cumplir sanción contra el Getafe. Un jugador de acero.