BAYERN 4- BORUSSIA 2 / Sin novedad en Alemania

El Bayern de Tuchel dominó hasta vencer 4-0 a un Borussia de Dortmund que sólo pudo maquillar el resultado al final.

José Carlos Menzel
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Todo el mundo se esperaba un choque de trenes. La reivindicación de David ante Goliat. Que los de negriamarillo, por fin, le plantasen cara al Bayern después de más de una década viendo a los de rojo levantar ensaladera tras ensaladera. Pero ni siquiera el caos que reinaba en el sur de la República Federal después de la destitución de Nagelsmann provocó que el Dortmund sacara los dientes para hurgar en la herida del Bayern, ahora comandado por su ex técnico Tuchel. Ocurrió lo de siempre. Volvió a inclinar el BVB la cabeza ante un Bayern que, atravesando sus horas más bajas, le barrió por 4-2 para no sólo volver a recuperar el liderato de la Bundesliga, sino bajar de la nube a un Dortmund que parecía tocar el cielo en este 2023.

Dicen que suelen ser detalles los que deciden este tipo de partidos y, en este caso, fue un verdadero detallazo de parte de Kobel para el Bayern el que desencadenó los acontecimientos en Múnich. A los 13 minutos de partido, se le abrieron las puertas del infierno al meta borusser en un desplazamiento en largo de Upamecano que el cancerbero suizo quiso despejar, pero su bota sólo llegó a rozar el cuero, provocando que siguiera rodando hasta terminar en la red. Kobel ni siquiera se dio la vuelta. Tan solo se llevó las manos a la cabeza, consciente de que su gol en propia suponía el principio del final.

El tanto noqueó al Borussia y cambió el partido por completo. Si el BVB ya había saltado de forma tímida al Allianz, el regalito de Kobel provocó que también perdiera la mínima fe con la que se había presentado en Múnich. El Bayern olió la sangre. Y, en cuestión de 5 minutos, apuntilló a su eterno rival. Un doblete del sempiterno Müller, el primero finalizando con la cintura un previo golpeo de cabeza de de Ligt y el segundo aprovechándose de un desafortunado despeje de Kobel, sentenciaron el partidazo de Alemania cuando ni siquiera se había llegado al ecuador de la primera mitad. Fue cómico.

Lo fue porque el Borussia no compareció. Hasta Tuchel no se lo creía. Ese equipo que venía de ganar 9 de 10 partidos ligueros en 2023 desapareció. Lo único que transmitía era miedo. Y el miedo suele ser el peor aliado cuando te enfrentas al Bayern. Nada más volver de vestuarios, Sané cruzó el cuero ante la indiferencia de la zaga visitante para que Coman, que ya había rozado el póker justo antes del descanso, subiera el cuarto al luminoso del coliseo bávaro. Choupo-Moting se sumó a la fiesta, pero el quinto fue anulado por posición irreglamentaria. No importó. El mensaje ya se había transmitido. Aunque Can (desde los once metros) y Malen maquillaran el resultado. Sigue mandando el Bayern. Por mucho que le den por muerto. Sin novedad en Alemania.

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