BAYERN 1 - FRIBURGO 2 / Tuchel se estrella en la Copa
El Bayern cae eliminado tras perder por 1-2 contra el Friburgo. Una mano de Musiala en el tiempo de descuento provocó el penalti definitivo.
El Bayern lo pasó realmente mal durante todo el partido. Tuchel dijo en la previa que sus once titulares habían jugado tan bien ante el Dortmund que se merecían repetir de inicio. Solo Cancelo entró por Davies, quien se quedó en el banquillo por descanso. El Bayern controló el partido con la posesión y Sané empezó amenazando con la diestra. El gol no llegó mucho más tarde, con Upamecano saltando por encima de su par y cabeceando a gol. Los visitantes reclamaron que el francés se había apoyado en su marca para saltar, pero el árbitro dio el gol por válido.
El Friburgo apenas atacaba, pero un mal despeje de Coman le dio la oportunidad perfecta a Hofler para que ensayase el disparo. Le pegó con la zurda, cruzada, y la estirada de Sommer no sirvió de nada. El Bayern empezó a preocuparse cuando Müller no fue capaz de rematar en condiciones un remate franco desde el punto de penalti con Flekken, que no pudo atrapar el balón, vendido. Ginter salvó bajo palos y el Allianz se fue al descanso con nervios.
Sané comenzó la segunda parte como la primera. Y como todo el partido. El alemán era el jugador más activo en ataque de los locales, pero nunca encontraba apoyos. La defensa cerrada del Friburgo, que defendía prácticamente con todo el equipo rodeando el área, no ayudaba. Pavard peinó un balón al larguero y, después, Upamecano se salvó de la expulsión tras hacer falta a Gregoritsch cuando se marchaba solo hacia el área. Gnabry tuvo otra ocasión cerca del descuento, pero su volea de zurda se fue demasiada cruzada.
Y cuando todos esperaban la prórroga, Hofler encontró un rebote en el área que Musiala detuvo con la mano. Höler fue ahora el encargado de lanzar el penalti y lo tiró por arriba, sin opciones para Sommer. De poco sirvió que Pavard fuese a pisotear el punto de penalti, acción que le costó la amarilla. El Bayern apenas pudo reaccionar al tanto, fue prácticamente la última jugada del partido.
Musiala se marchó muy decepcionado e incluso negándole el saludo a Christian Streich, entrenador del Friburgo, que solo se podía reír. Sus compañeros quisieron animarle, pero él mismo se lamentaba de haber saltado de espaldas y con los brazos extendidos para bloquear ese balón.