ATLÉTICO 3 - MALLORCA 1 / Este cumpleaños sí que fue feliz
El Atleti remonta con goles de De Paul, Morata y Carrasco el gol inicial de Nastasic para el Mallorca de Aguirre que se adelantó en la fiesta rojiblanca por su 120 aniversario.
Un Atleti que saltaba con sus primeros colores, blanco y azul, y escudo. En un banquillo, el local, Simeone vestía el traje negro de las noches infinitas. En otro, el visitante, Aguirre era recibido con ovación, que su granito puso también en la historia del Atleti. Salía sin Kang-in y Muriqi, perdía a Valjent a última hora. En el once del Cholo, marcado por las lesiones de los últimos días, Grbic ocupaba la portería, Witsel estaba en la zaga y Koke, de vuelta al pivote. Allá donde miraras el Atleti acaparaba el balón, con el chico del pelo rosa sin dejar de pedirlo con su entrega de becario. Pero fueron pasando los minutos y el Atleti no encontraba un resquicio en la línea de cinco atrás de un Mallorca bien plantado, pero sin ocasiones. Baba daba equilibrio, Maffeo era un dolor.
Hasta su segundo córner, ese en el 19:47 que Dani Rodríguez botó y Nastasic cabeceó en el segundo palo solo y fácil, que ya se sabe: el Atleti es especialista en aguar sus propias fiestas. La cerveza caliente, las luces fundidas, todos a casa sin catar un sándwich. Giménez, Morata y Koke vieron pasar la pelota como si fuera un objeto en el cielo no identificado que no iba con ellos. 0-1. El Mallorca no era un convidado de piedra y hay dèjá vu que son cíclicos: Aguirre era el entrenador del Osasuna que, en 2003, se llevó del Calderón la victoria el día que el Atleti hacía los cien. El Atleti de este 26 de abril en la hierba era uno distinto al de los últimos meses. Romo, pesado, sin tino. Ni penaltis a favor, tampoco ayer, en esta tarde en la que lo llegó a acariciar. Cayó Nahuel en el área, zancadilleado por Copete y el árbitro lo pitó. Pero el VAR llamó, le llevó a la pantalla y lo despitó. El runrún se transformó en rugido cuando el disparo de De Paul se estampó en la red como puño al aire en ese último minuto antes del descanso para el 1-1.
La remontada
Por Antonio López, por Rulo, por Juanfran, por Filipe. Por Torres, por Gabi, por Tiago, por Godín. Por Calderón y el Calderón, por el viejo Metropol. Por Lola Romero, María Vargas, Virginia Torrecilla y Amanda. Por Carlos Peña y ese americano que conduce un jeep matrícula Atleti en Washington. Por los de la grada llenando el cielo de banderas y un campo en Segunda, por las flores de Margarita en el córner, por los últimos románticos. Por todos ellos, y también por sí mismo, saltaba Morata en el primer minuto de la segunda parte para rematar de cabeza a la red, perfecto, un centro de Nahuel que enseguida se fundió con los ole, ole, ole, Cholo Simeone.
Antes de la hora, Aguirre afilaba su equipo con la entrada de Kang-in y Muriqi, además de Amath, un ex. Abdón se iba con un vendaje tras chocar de cabeza con Giménez. Barrios y Saúl entraban para no cambiar nada mientras Kang-in acercaba al Mallorca a Grbic. Nervios, otra vez ese runrún ante la escasa distancia, el déjà vu... Hasta que el chico del pelo rosa le ponía otro granito al partido para lanzar un balón en largo a la carrera de Carrasco. El belga corrió ligero y eso que llevaba las botas llenas de nombres. Por Grbic, Nahuel, Witsel, Gimenez, Hermoso, Koke, De Paul, Lemar, Grizi y Morata. Por Gomis, Doherty, Reguilón, Marco, Kondogbia, Saúl, Barrios, Correa y Carlos. Por los lesionados en casa. Al llegar ante Rajkovic dribló e hizo el tercero. Por Sabina, por Pancho Varona, por aquel piso en la Calle de la Cruz donde todo empezó. Por los 120 años vividos y todos los que quedan de esta historia llamada Atleti. Y que es una forma de vida.