ATLÉTICO 2 - ALMERÍA 1 / El baño casi acaba en resbalón
Un Atlético superior se complica al final por no cerrar el partido. Doblete de Griezmann y autogol de Giménez, a quien un fuera de juego de Portillo evitó que le pitaran un penalti por mano con 2-1 en el 87′. Tampoco lo habían pitado con otra del Almería, Costa. Sexta victoria seguida rojiblanca.
Antes del diez, el Metropolitano ya había cantado alto un Correaaa proyectado al césped como un abrazo. Ahí estaba Angelito, de vuelta, para volver a escapar del dolor con la pelota en el pie. Pero es que antes del minuto diez que la grada convirtió en una ovación a su 10, Correa ya había saltado en el primer palo para peinar hacia el segundo un córner lanzado por Carrasco y así servírselo al chico del pelo rosa. Dio igual que Centelles le estuviera defendiendo casi con una llave de judo: Griezmann cabeceó a la red para correr y abrazar a Angelito. Cuando el minuto diez llegó, el francés casi había marcado otro de rebote y se detenía también para aplaudir a Correa, como la grada. Todo lo que hace es grandeza. Como persona también.
Había salido el Atleti como un relámpago, descerrajando la defensa de cinco con la que Rubi se había intentado proteger, reforzándola con la entrada de Kaiky en lugar de Puigmal y con Mendes por el lesionado Chumi. La espalda del último fue una autopista para el correr de un Carrasco de nuevo con la chispa adecuada. Este Atleti no juega, tritura. Y Griezmann volaba en su capa ya para hacer el segundo o ya para encontrar a Correa y que éste marcara su gol. Lo acarició y hubiera sido el de su vida, pero tanto quería que la pelota subiera al cielo que la rabona se le escapó alta. Dos jugadas después, el propio Correa entregaba mal un balón hacia atrás y Baptistao sólo tuvo que quitarle el papel de regalo: buscó el pase a Luis Suárez y Giménez tocó con el pie para enviarlo a su red. 1-1. Savic, por cierto, no estaba, que con un amistoso entre semana a la defensa del Cholo se le han vuelto a ver las costuras. En su lugar, Witsel. El Almería no necesitó ni disparar a puerta para empatar.
No le duró demasiado el susto al Metropolitano porque ahí estaba Grizi y Grizi es a los partidos lo que Humphrey Bogart al cine negro. Cuando asoma al fondo, silencio: algo va a pasar. Todo comenzó en Koke y terminó en los tres de antes. Correa y Griezmann combinaron en la frontal y el balón le llegó a Carrasco, que había vuelto a hacerse de Mendes un llavero. El belga regateó y centró a Griezmann quien, de primeras, remató con la zurda para el 2-1, que se instaló con suspense de VAR: se validó tras la revisión que negó un posible fuera de juego de Correa. El descanso llegaría un minuto después. El Almería estaba más cerca en el marcador que en la hierba y el juego, a un mundo.
Del recital a la polémica
La segunda parte comenzó en recital. Recital de Hermoso en su clinic eterno. Recital de Grizi. Recital de Koke. Recital de De Paul. Recital de Carrasco... Recital de un Atleti que buscaba ensanchar el marcador. Pero unas veces se entrometió Fernando y otras, la madera. Paró el portero una a Griezmann y dos a Llorente. Se estamparon en el palo sendos remates de Carrasco y Griezmann casi consecutivos. Y ni el árbitro ni el VAR vieron una mano de Costa que hubiera inaugurado LaLiga de Luis con lo que hasta el momento esta Liga al Atleti no le ha dado: un penalti a favor. Pero tampoco. Y el partido que perfectamente podía haber sido un 6-0 casi termina en 2-2.
Se lesionó Mendes y Rubi hizo un triple cambio en el que iba Ramazani, que dio energía. El Atleti comenzó a jugar a que nada pasara con el Almería a tan solo un gol de sumar. Los cambios del Cholo, Morata y Barrios, estorbaron más bien y Rubi, mientras, desarmaba su línea de cinco y sumaba a Embarba. En los últimos minutos, cada vez que su equipo pisó el área de Oblak pidió penalti, que en contra al Atleti sí se los pitan. Y lo pareció una mano de Giménez como antes la de Costa. Pero tras pasar por el VAR se decretó fuera de juego previo de Portillo. Y llegó el final, el Metropol respiró. Y Simeone escapó corriendo al túnel con su sexta victoria seguida. Lo larga que se le está haciendo laLiga al Barça, a su Atleti, ahora, se le antoja corta. Y ahí asoma el Camp Nou. Con el regreso de Humphrey Grizi.