Un Clásico de “mal ejemplo”

El Madrid-Barcelona de Copa fue un partido marcado por la agresividad, los choques y el otro fútbol. Recordó a los Clásicos entre el Madrid de Mourinho y el Barça de Pep.

Alberto P. Sierra
As
La rivalidad entre Madrid y Barcelona llenaría una biblioteca si se reúnen todos sus episodios. Dos equipos de las dos ciudades más grandes de España chocan cada ciertas semanas. Dos maneras de entender el fútbol y, en ocasiones, lo que va más allá de él. Dos proyectos antagonistas que se alimentan de esta rivalidad, pero en la que siempre uno debe estar por encima del otro. Una rivalidad que va desde la cuna al cajón.

Cierta deportividad dentro de la tensión propia del partido suele ser la tónica imperante en los encuentros entre ambos clubes, aunque hay una buena cantidad de episodios menos ejemplares en los recuerdos de los aficionados más veteranos. Celebraciones, entradas a destiempo, tanganas, agresiones... Ese otro fútbol que también marca estos encuentros.

El Clásico número 252 tuvo más choques y tensión que tiros a puerta, que brillaron por su ausencia, o grandes jugadas. Ni el gol, de rebote tras un tiro de Kessié y adjudicado en propia puerta a Militao, tapan en el día después esta serie de polémicas. Unas que se daban por enterradas desde la serie de Clásicos que enfrentaron a Real Madrid y Barcelona cuando Jose Mourinho y Pep Guardiola ocupaban los banquillos.

En la previa, Xavi Hernández, jugador en los Clásicos anteriormente citados y ahora entrenador del Barcelona, quiso marcar distancia con lo que sucedía en hace algo mas de diez años. “No tienen nada que ver. Se generó una tensión innecesaria. Hay ambiente de fair play, los respetos y valores. No podemos dar el mal ejemplo de aquella etapa”, afirmó el excentrocampista unas horas antes de que Munuera Montero pitara el inicio del encuentro. Nada sucedió como Xavi anticipó.

Vini saltó

El Barça supo parar a Vinicius de nuevo con Ronald Araujo como la principal kryptonita y varias ayudas desde el centro del campo de Busquets y De Jong. El brasileño fue el principal objetivo de las faltas culés (7 para él, por 13 para el resto del Real Madrid) para pararle. En el vestidor culé se prepararon para jugar también con la psicología del brasileño. Vini acabó desquiciado y la jugada que lo demostró fue un enganchón con De Jong que se alargó varios metros tras una pugna por el balón. El brasileño derribó al neerlandés, que también agarró y colaboró, con una llave entre el judo y la lucha libre. Munuera Montero, colegiado del partido, le mostró la amarilla y Vinicius se marchó riéndose y haciendo aspavientos por la tarjeta vista.

Vinicius protesta por la amarilla vista ante Munuera Montero
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Vinicius protesta por la amarilla vista ante Munuera MonteroJESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

No acabó ahí el otro fútbol para el brasileño. Gavi le buscó antes de botarse un saque de esquina y le costó la amarilla al andaluz, con quien volvió a tener otro encontronazo verbal.

Una vez terminado el partido, Vinicius fue cazado junto a Benzema y Carvajal protestando a Munuera Montero por como arbitró la acción con De Jong. “Si él hace falta primero. ¡Siempre lo mismo! ¡Tú! ¡Siempre lo mismo!”, le dijo al colegiado según captaron las cámaras de Movistar mientras el extremo le señalaba con su mano izquierda. Sus gritos le pudieron costar la roja.

Gavi, más allá del límite

A sus 18 años, Gavi demostró un dominio del otro fútbol digno de un veterano curtido en mil batallas. El mediocentro, no por ello falto de talento para el juego en sí, maneja las artes oscuras. Este fue el foco de varios incendios.

El 6 del Barcelona insultó a Vinicius tras una conversación (según Movistar le llamó ‘hijo de puta’), le trató de provocar costándole la amarilla. Esto solo en el plano del ‘trash talking’, las ‘charlas basura’ un término creado en la NBA para definir esas charlas para tratar de desestabilizar al rival.

Gavi disputa un balón con Militao
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Gavi disputa un balón con Militao Juanjo MartínEFE

Como si fuera un duro pívot en la propia liga norteamericana, el de Los Palacios sacó los codos en dos disputas con Camavinga y Militao en lo que parecieron dos acciones más allá del límite del reglamento con cierta intención. El centrocampista también pudo salir antes de tiempo del partido si Munuera Montero hubiera estimado que la acción era suficiente.

Banquillos calientes: Xavi, amarilla e insultos

En los banquillos, el partido también fue caliente. Ambos protestaron a Munuera Montero, pero fue Xavi quien vio la amarilla en los instantes finales del partido por encararse con Dani Carvajal. El de Leganés tuvo un enganchón en las últimas jugadas del encuentro tras un duelo con Balde cerca del área técnica de Xavi. Ambos acabaron agarrados y el lateral madridista reclamaba una tarjeta para el defensor culé. Xavi no dudó en intervenir desde la banda. “Eres muy listo”, le espetó según captó Movistar. Acto seguido le hizo un gesto como indicando que el español hablaba mucho. Carvajal contestó y Xavi, también. “Tonto, que eres un tonto”, le espetó el preparador, que esperaba un Clásico con más juego limpio.

Munuera Montero le muestra la amarilla a Xavi
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Munuera Montero le muestra la amarilla a XaviJUANJO MARTINEFE

Sus intervenciones no acabaron ahí. El técnico protestó con vehemencia a los árbitros. A través del cuarto árbitro, este les reclamó a todos los colegiados un supuesto miedo a la hora de tomar decisiones durante la segunda mitad de El Clásico. “Toda la segunda parte cagados. Estáis cagados”, afirmó desde el banquillo como captaron las cámaras de El Chiringuito. En estas imágenes también aparece Andrés Martín, preparador físico del primer equipo, asegurando que el arbitraje estaba siendo “una puta vergüenza”.

En general, ambos equipos se aplicaron con dureza. Se vieron varios lances duros entre ambos rivales además de piques durante los 90 minutos. Un clásico de los Clásicos de hace más de una década volvió a estar de plena actualidad.

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