Tras las sanciones, Rusia recaudó en febrero 46,3% menos que hace un año por las exportaciones de gas y petróleo
Al cumplirse un año de la invasión a Ucrania, las medidas de Occidente contra la energía que vende Putin se empieza a ver reflejada en números
No obstante, los resultados del segundo mes del año mejoraron en un 22,5% los de enero, cuando el sector ruso del gas y el petróleo comenzó a experimentar el impacto de las sanciones occidentales por la campaña militar rusa en Ucrania.
Según Finanzas, el mes pasado el sector petrolero aportó al presupuesto en concepto de aranceles de exportación e impuestos por extracción 532.100 millones de rublos (unos 9.100 millones de dólares), lo que representa un incremento del 21,5% en comparación con enero.
En esos mismos apartados la industria gasística rusa proporcionó a las arcas fiscales 160.000 millones de rublos (unos 2.130 millones de dólares), un 28,1% más que enero.
En los dos primeros meses del año, Rusia ingresó por las exportaciones de estos hidrocarburos un total de 946.770 millones de rublos (unos 12.620 millones de dólares), cuando en el mismo período de 2022 percibió 1,76 billones de rublos (unos 23.500 millones de dólares).
El Ministerio de Finanzas de Rusia reconoció a principios de mes que el precio promedio del crudo ruso de la marca Urals en enero y febrero de este año se redujo a 49,52 dólares por barril con respecto a los mismos meses del 2022, antes de comenzar la invasión en Ucrania, cuando el precio era de 88,89 dólares por barril.
El 5 de diciembre pasado entró en vigor el embargo de la Unión Europea (UE) al petróleo procedente de Rusia por vía marítima, medida que coincidió con la imposición por la UE, el G7 y Australia de un precio tope de 60 dólares al barril de crudo ruso.
Además, el 5 de febrero la UE, el G7 y Australia comenzaron a aplicar también precios máximos a los productos petrolíferos ruso; 100 dólares por barril de diésel y de 40 dólares por barril por otros derivados.
Por otro lado, a lo largo de 2022 se incrementaron activamente los suministros de gas a China, según indicó en febrero pasado el viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak.
El pasado año Rusia bombeó al gigante asiático 15.400 millones de metros cúbicos de gas, monto que el funcionario calificó de “máximo histórico”, y resaltó el potencial de crecimiento de las exportaciones hacia los países asiáticos, para lo que adelantó planes de diversificación de las infraestructuras gasísticas.
“Para ello, Gazprom por orden del presidente estudia acelerar el tendido de la ruta Lejano Oriente y también del Fuerza de Siberia 2″, apuntó.
Moscú y Beijing acordaron hace un año exportar 10.000 millones de metros cúbicos de gas por la ruta del Lejano Oriente, a lo que hay que sumar los previstos 50.000 millones por el futuro gasoducto Fuerza de Siberia 2, que atravesará territorio de Mongolia.