Simeone vs. Sampaoli: capítulo 1.000 de la guerra Bilardo-Menotti

Los técnicos argentinos del Atlético de Madrid y el Sevilla ponen sobre el campo por enésima vez la irreconciliable dicotomía futbolística entre el Narigón y el Flaco.

José A. Espina
As
La chispa que encendió una de las dicotomías más acusadas y apasionantes del fútbol argentino queda al descubierto en ‘Bilardo-Menotti, la verdadera historia’, que escriben los periodistas Cayetano Cajg y Néstor López. El 29 de octubre de 1976, reunidos en casa del también entrenador Roberto Saporiti, Carlos Salvador y César Luis cimentaban en una conversación las bases de un enfrentamiento que trasciende ya las figuras de ambos hasta convertirse en el de dos escuelas futbolísticas de las que ningún técnico albiceleste posterior ha sido capaz de disociarse. “Hay que tener la pelota para dominar el juego. Para eso es necesario que el equipo tenga movilidad. Cuando un futbolista tiene el balón en los pies, sus compañeros deben moverse con inteligencia para darle opciones de pase”, expuso Menotti durante aquella cita. “Yo creo que lo importante es recuperar la pelota y atacar enseguida. No perder tiempo. Si defiendo bien, me aseguro el cero en mi arco y aprovecho las posibilidades que tengo de hacer un gol, estoy haciendo las cosas bien”, le replicó el Doctor.

Siete años después, en 1983, el Flaco enfurecía al Narigón al opinar sobre sus métodos en la selección argentina y éste le respondía con la misma sequedad. Desde entonces, aseguran los que les conocen, no se han dirigido palabra alguna. “Nunca nos vamos a reconciliar. Pasaron cosas muy feas, como por ejemplo las críticas que no se deben hacer. Si me extiende la mano, no se la doy”, dijo Bilardo poco después de aquel ataque verbal. “Es imposible que nos saludemos. Voy a decir lo que alguna vez dijo Sábato: ‘Hay cosas que no se discuten, se castigan’ y cada uno castiga de la manera que cree”, confirmaba Menotti.

Ambos, ya octogenarios, se distanciaron para siempre desde hace cuatro décadas pero su legado ha pervivido y pervivirá posiblemente mientras existan el fútbol y la Argentina. Diego Pablo Simeone y Jorge Luis Sampaoli, Atlético y Sevilla, encabezan este sábado en el Metropolitano la enésima batalla entre Bilardismo y Menottismo. “Bilardo es mi padre futbolístico”, ha llegado a afirmar El Cholo sin ningún tapujo. “Carlos fue un adelantado a su tiempo”, insiste el técnico rojiblanco, cuyo enamoramiento es correspondido por el Doctor: “Sí, Simeone es el entrenador que más se parece a mí”.

Bilardo reclamó al Sevilla su fichaje cuando llegó a Nervión en 1992. Simeone arribó de la mano de otro Diego, Maradona, y en aquel equipo nervionense jugaba (poco) como portero un tal Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. Curiosamente, el hasta esta campaña considerado por muchos como mejor director deportivo del Mundo no esconde tampoco su completa filia hacia el Narigón. “Soy bilardista”, ha declarado más de un vez Monchi, que sin embargo dudó en contratar hasta dos veces a uno de los más aplicados y célebres hijos actuales de la otra orilla: Jorge Sampaoli.

“Me encantaba ver a los equipos de Menotti porque me llenaban los ojos”, ha confesado el entrenador del Casilda, cuyo fútbol de ataque también aprueba el Flaco sin reservas: “Sampaoli sostiene el fútbol dinámico, vertical, de buena técnica, agresivo. A mí me gusta mucho su búsqueda. Fui a ver cómo trabajaba y me interesó mucho cómo generaba la superioridad numérica para contrarrestar al rival. Hablamos como diez horas. Fue mágico. Lleva años trabajar así y lograr una identidad como la que él le dio a sus equipos. En Sevilla también lo está consiguiendo”, afirmó Menotti sobre la primera etapa de Jorge en Nervión, en la 2016-17.

Además de señalar a los que entienden como sus discípulos, los dos grandes profesores del fútbol argentino no han dudado en renegar de aquellos que no compartían su credo. Bilardo cargaba así de duramente contra Sampaoli antes de que el casildense se hiciera cargo de la selección argentina: “Háblenme de técnicos en serio, no de un técnico de cuarta. Tienen que hablarme de Beckenbauer, hasta de Menotti, pero no de cualquiera como este Don Paoli (sic). Si viene a Argentina me tomo un barco y me voy a Uruguay”. Y esto es lo que ha opinado el propio Menotti sobre el Cholo: “Simeone gana y pierde como cualquiera. En primer lugar, tiene un gran equipo, con grandes inversiones, no es un equipito. A mí no me gusta verlo jugar. Yo creo que podría jugar 50 veces mejor, pero ésa es una cosa mía. Yo odio las películas de terror, no las veo, pero hay algunas que son buenísimas”.

El fútbol ha deparado también algún roce entre los actuales entrenadores de Atlético y Sevilla. Ambos fueron candidatos a dirigir a Universidad de Chile en 2010 y a la selección argentina en 2017. Sampaoli acabó con el puesto en esas dos ocasiones y durante el Mundial de Rusia, tras la derrota albiceleste ante Croacia, al Cholo le filtraron un audio en el que no dejaba muy bien a su homólogo: “En la selección hay anarquía y no existe liderazgo por parte de la dirigencia ni de parte de los que conducen. Veo que el equipo está perdido”.

Pero ni aquella filtración ni la competencia por un mismo banquillo se han mostrado lo suficientemente fuertes como para evitar que Simeone y Sampaoli se sigan saludando, lo volverán a hacer en el Metropolitano antes del encuentro de este sábado. Hablarán sus equipos sobre el césped. Dos irreconciliables ideas futbolísticas, Menottismo contra Bilardismo, en una enésima batalla de esa guerra eterna que algunas décadas atrás iniciaron en Argentina un par de genios sin igual, el Narigón y el Flaco.


Entradas populares