ROMA 1 - JUVENTUS 0 Mou, de la sanción a la fiesta

La Roma batió a la Juve por la mínima, con un partido de sufrimiento y un golazo del central Mancini. El portugués marcha cuarto, con los mismos puntos que el Milan.

Mirko Calemme
As
José Mourinho terminó la pasada jornada de Serie A con una derrota ante la Cremonese, una discusión con el cuarto árbitro, una roja y una sanción de dos jornadas. El portugués no tenía que estar en el banquillo ante la Juventus, pero la investigación en torno al intercambio de palabras que llevó a su expulsión suspendió la sanción, le devolvió el banquillo y le hizo vivir en primera fila una de las mejores noches de su Roma. Los giallorossi, con un partido de sufrimiento e intensidad, batieron a una Juve que venía de cuatro victorias consecutivas y se colocaron en el cuarto puesto, con los mismos puntos del Milan.

El Special One decidió apostar todo por la calidad de Paulo Dybala. El argentino, que aún tiene pendientes unos tres millones con su exequipo, salió de inicio en el centro de la delantera, acompañado por Pellegrini y Wijnaldum a sus espaldas. Allegri respondió con un 3-5-1-1 y los suyos empezaron controlando el partido, dándole trabajo a Rui Patrício con Vlahovic. La primera parte, sin embargo, fue bastante bloqueada, con ambos conjuntos muy atentos en no dejar espacios al rival. Los giallorossi intentaban encenderse con las llegadas de Dybala, que se topó con Szczesny con una de sus roscas, y los bianconeri respondieron con un cabezazo de Rabiot a pase de Danilo, que Rui Patrício neutralizó con la ayuda del poste.

La solución para desatascar el encuentro podía ser un remate desde lejos, y la encontró un protagonista ofensivo inesperado: Mancini. El central, en el 54′, se sacó de la chistera un impresionante derechazo desde fuera del área, imparable para Szczesny. El 1-0 desató a la Juve, obligada a volcarse al ataque en busca de la remontada. Cuadrado inauguró el asedio con una falta que impactó la parte exterior del palo, y Di María gestionaba cada ataque dando la sensación de poder cambiar la historia del partido en cualquier momento. Ante el sufrimiento que le esperaba, Mou decidió apostar por el físico y sacó del banquillo a Karsdorp, Abraham y Bove: los suyos, más que romanos, parecían espartanos.

Defendieron el 1-0 agarrándose a cada balón, liderados por un Smalling monumental y también con algo de suerte como cuando, en el 82′, Mancini golpeó el poste con un cabezazo en propia puerta. Allegri, para el arreón del descuento, puso también a Kean, cuyo partido duró poco más de un minuto. El punta protagonizó una absurda patada a Mancini que le costó una merecida roja directa y la Vecchia Signora, con diez, logró asustar el Olímpico solo en el 98′, con un remate de Danilo bloqueado por Rui Patrício. Mou lo hizo de nuevo, fiel a su estilo. No tenía que estar, volvió, vio y ganó.

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