River: Martín Demichelis, del “intentaré darle solidez defensiva al equipo” a buscar soluciones por los repetidos errores
El técnico millonario reconoce que el equipo tiene dificultades en la última línea; salvo en el partido ante Tigre, en el resto sufrió más de la cuenta
Tras la dolorosa e inesperada caída contra el club de Sarandí, el cuerpo técnico de River se reunió desde las 9 de la mañana en el predio de Ezeiza para comenzar una larga semana de trabajo hasta el compromiso del sábado frente a Lanús. Lógico: más allá de que la práctica era a las 17, tanto Demichelis como sus asistentes técnicos Javier Pinola y Germán Lux entienden que deben pulir detalles en todas las líneas para sostener los buenos tramos de juego que se han visto en este 2023. También reconocen, tal como confesaron el capitán y el DT ante los micrófonos, que hoy el equipo debe recuperar los síntomas positivos que había mostrado la defensa durante la pretemporada.
Desordenado, largo, mareado, distraído y errático. Así se mostró River frente a Arsenal en su línea de fondo. Franco Armani había tenido que trabajar mucho más allá del 1-0. Luego, en la segunda parte, la defensa se perdió por completo una vez que el marcador estuvo igualado con la insólita jugada del penal y quedó totalmente expuesta la confusión tras el 1-2. Hoy parece lejano aquel inicio de año en el que el equipo de Demichelis parecía tener como prioridad asegurar el arco propio, sin dejar de lado la tenencia de la pelota y el protagonismo. River acelera y acelera para convertir, pero sufre y sufre al retroceder.
“A partir de la jugada desafortunada del empate cometimos errores, en las pérdidas no estaban haciendo daño. Los chicos tienen la sensación de tener que corregir en la inmediatez y nos cometen el segundo gol. Es un error de descoordinación de la línea de cuatro. Sale Leandro (González Pirez), sale también Robert (Rojas) dejando un pase muy fácil afuera, y quiere cruzar Enzo Díaz de central izquierdo hacia afuera liberando la zona peligrosa de gol... hay que seguir trabajando, hay que seguir buscando un mecanismo que nos dé una solidez”, explicó el DT en la conferencia de prensa.
En sus primeros seis encuentros oficiales, en los que acumula cuatro victorias y dos caídas, Demichelis utilizó cuatro defensas diferentes, entre lesionados, bajos rendimientos y recambio: Herrera, Mammana, Maidana y Casco lo hicieron ante Central Córdoba (2-0); Herrera, Maidana, Enzo Díaz y Casco frente a Belgrano (1-2) y Argentinos (2-1); Rojas, González Pirez, Enzo Díaz y Casco con Tigre (1-0) y Arsenal (1-2); y Rojas, Maidana, Enzo Díaz y Casco ante Banfield (3-2). Pero, por fuera de los nombres, únicamente ante el Matador en Victoria se vio un equipo más firme y seguro de atrás hacia adelante para controlar el juego sin sufrir.
El domingo, además de ofrecerle disculpas a los hinchas por la caída, también profundizó en su análisis: “Me gustaría afianzar una idea, tener solidez defensiva y hacernos ofensivos. Pero de Córdoba volvimos con dudas porque en el segundo tiempo Banfield nos generó mucho. No se alcanzó un buen nivel defensivo desde lo grupal y eso recae en lo individual. Quiero que el equipo sepa dominar muchísimo mejor los buenos resultados, controlarlos, sentirnos cómodos hasta el último minuto y que cuando se pierde la pelota no haya sensación de gol. Eso no me gusta en absoluto”.
Su visión coincide por completo con las crudas y precisas palabras que había soltado el capitán Enzo Pérez tras derrotar a Banfield: “No nos gustó la imagen final. Nos vamos contentos por el resultado, pero disconformes con la manera en la que terminó el partido. Más allá de los dos goles de ventaja, nunca nos hicimos dueños del juego y de la pelota. El otro día contra Tigre no sufrimos, pero esta vez lo hicimos en el retroceso. En el segundo tiempo quedamos muy largos y muy anchos, ellos encontraron espacios para meter pelotas filtradas y tirar pelotazos y a nosotros nos costó acomodarnos, por eso Banfield terminó de crecer. Más allá de que no eran dueños de la pelota, estaban mejor que nosotros. En la semana vamos a tener que arreglarlo”.
River navega buscando un mayor balance entre su voracidad ofensiva y su debilidad defensiva. Construye y genera en el área rival, pero no es lo suficientemente efectivo y termina lastimado en el área propia con facilidades que un equipo de jerarquía no puede ofrecer. Casi como si fuera un flashback del 2022. Ahora, el próximo sábado Lanús será una prueba interesante, aunque Demichelis semanas atrás se puso un plazo: “River y la gran mayoría de los equipos van a necesitar unos ocho o diez partidos para encontrar el funcionamiento”. Y en ese proceso está.