Penalización para Leclerc y autocrítica en Ferrari

Vasseur confirma un cambio de centralita en el coche del monegasco: diez puestos en la parrilla de Arabia. “Hay que arreglar problemas y traer mejoras”, dice el francés.

Jesús Balseiro
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Segunda carrera, primera penalización: Leclerc partirá con diez puestos de castigo en la parrilla del domingo por montar su tercera centralita en la unidad de potencia de Ferrari, cuando solo se permiten dos a lo largo de la temporada. Lo confirmó este miércoles Fréd Vasseur en un encuentro digital con medios antes de viajar a Arabia Saudí. “Tuvimos dos problemas. El domingo por la mañana, al arrancarlo; y por la tarde en la carrera. En ambos casos fue la centralita, no nos había sucedido antes. Pero desafortunadamente asumiremos una penalización en Yeda”, dijo el dirigente francés. Se complica el fin de semana del monegasco en un circuito que les podía permitir aspirar a la pole y un doble podio, porque el SF-23 en las rectas sí marca la diferencia. Sainz se queda solo en esa pelea contra Red Bull, Mercedes y también Aston Martin.

Vasseur admite que el monoplaza de Verstappen y Pérez está un paso por delante: “El ritmo era aceptable para mí en clasificación, mejor de lo que esperábamos. En carrera era diferente. En el primer ‘stint’ separamos a los dos Red Bull, pero fue peor en el segundo ‘stint’ porque ellos pusieron el blando y nosotros, el duro. No estamos al nivel de Red Bull y hay un déficit en cuanto a ritmo de carrera”. No está de acuerdo con esa teoría que dice que el problema del Ferrari está en el concepto del coche: “No entiendo por qué pensamos que es un problema de concepto. Es un problema de prestaciones. Sufrimos un poco con el balance del coche a lo largo del fin de semana y sabemos que hay espacio para la mejora”. Contarán con evoluciones en Yeda.

El ingeniero francés utiliza varias veces el concepto de “manejabilidad (en inglés, ‘drivability’)” como principal problema del SF-23. Se puede aplicar al comportamiento del coche en función del set-up utilizado en el GP de Bahréin. “El coche era difícil de pilotar en algunas condiciones y debemos arreglarlo, porque es cuestión de confianza para los pilotos. ¿Falta carga aerodinámica? Es otra historia. Si tienes velocidad punta y te falta carga, solo tienes que cambiar el alerón. A veces tomas decisiones estratégicas en función de la clasificación o la carrera, pero son elecciones vinculadas a un gran premio”. Se entiende que en Sakhir optaron por un alerón de baja carga que debería funcionar mejor en Jeddah Corniche o Melbourne.

Por lo demás, Vasseur aprovecha para quitar hierro a las historias que surgen durante la semana sin carreras en Internet. Ni hay desbandada de ingenieros (se marchó el francés David Sanchez, uno de los jefes de diseño) ni Laurent Mekies, segundo de a bordo, está descontento: “Le conozco desde hace 25 años, confío en él y será uno de los pilares de la compañía en el futuro”.

En cualquier caso, hay espacio para la autocrítica: “Bahréin no fue tan bien como esperábamos y debemos reaccionar. Sacar el máximo y arreglar los problemas. Tenemos los ojos abiertos, hay que arreglar problemas, hay que traer mejoras y hay que corregir el comportamiento del coche o la fiabilidad. Pero no soy negativo, estamos trabajando en ello y espero ver la primera reacción en Yeda”. Y miran a Red Bull, “hay que dar un paso adelante para alcanzarles”, pero no tanto al resto: “Aston Martin lo hizo muy bien, fueron competitivos aunque no sé cómo habría acabado la carrera si Charles la hubiera terminado. Han dado un gran paso en un año. Es bueno verlo porque sabes que se pueden dar esta clase de pasos adelante en cuestión de meses. Pero no me centro en ellos, ni en Mercedes. Nos centramos en nosotros mismos”.


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