Mismo cruce, distinto Chelsea
Un año después de la remontada en el Santiago Bernabéu, los ‘Blues’ vuelven a cruzarse con el Real Madrid en los cuartos de final de la Champions League. El equipo de Graham Potter pasa, en marzo, por su mejor momento de la temporada.
Una ilusión que está avalada por sus números en la presente edición de la Champions League. A pesar de sus escasos 12 goles a favor entre fase de grupos y octavos de final, el equipo de entre los ocho clasificados para cuartos de final que ha visto portería en menos ocasiones, el Chelsea ha perdido dos de los ocho encuentros que ha disputado en la presente edición del torneo europeo: la derrota inaugural ante el Dinamo de Zagreb (1-0), que le costó el puesto a Thomas Tuchel, y la de la ida de octavos de final frente al Borussia Dortmund (1-0). Fue precisamente el triunfo cosechado en el encuentro de vuelta ante los borussers, el cual le brindó a los Blues el billete para los cuartos de final, el que confirmó la mejoría en el juego experimentada por los pupilos de Graham Potter.
Sendas victorias logradas en el mes de marzo ante Leeds United, Borussia Dortmund y Leicester City han compartido una serie patrones comunes: la utilización del esquema de tres centrales en la zaga, el asentamiento de la pareja Enzo Fernández-Mateo Kovacic en la medular y el acierto de cara a portería de Kai Havertz. Más allá del rendimiento ofrecido por Kepa Arrizabalaga desde que recuperó la titularidad en la portería del Chelsea, el regreso de la defensa de tres centrales es una de las claves del renacer del conjunto Blue. La defensa de cuatro permaneció durante los meses de diciembre, enero y febrero, con escasos resultados. Fue entonces ante el Leeds United cuando Graham Potter optó por alinear de inicio a Wesley Fofana, Kalidou Koulibaly y Benoit Badiashile. Así mismo, la forma en la que la pareja Enzo Fernández-Mateo Kovacic se han afianzado en el centro del campo está directamente relacionada con la vuelta de los tres centrales en la zaga.
El complemento, ayuda y despliegue físico que proporciona la presencia de Mateo Kovacic en el once permite a Enzo Fernández dar asistencias, mágicas, como la del 1-2 de los Blues ante el Leicester City. Y es que los únicos futbolistas que han permanecido inamovibles en el centro del campo ante Whites, borussers y Foxes han sido argentino y croata. Pero para ganar hacen falta goles, y son estos, que tanto se le resistían a Kai Havertz desde el regreso del fútbol de clubes, lo que ha devuelto tanto al Chelsea como al propio atacante alemán la sonrisa. Siete partidos consecutivos sin marcar acumulaba Kai Havertz, hasta que, frente al Borussia Dortmund, rompió su sequía goleadora. Y contra el Leicester City volvió a ver portería. De los ocho encuentros diferentes en los que Kai Havert ha visto portería este curso, el Chelsea se llevó la victoria en siete de ellos.
Si bien los puestos de Champions League, a 11 puntos, siguen pareciendo una utopía, la 5ª plaza que ocupa actualmente el Liverpool está a cinco puntos. No obstante, la gran asignatura pendiente de este Chelsea sigue siendo el gol. Gracias a los tres tantos anotados en el King Power Stadium, los Blues han conseguido que los tantos a favor superen a los partidos de Premier League disputados: 27 contra 26. Con Wesley Fofana como nuevo líder de la zaga ante la lesión de Thiago Silva, la conexión Enzo Fernández-Kai Havertz empezando a dar sus frutos y Graham Potter con el crédito renovado, la Champions League es la última gran ilusión para los Blues en lo que resta de temporada y Graham Potter intentará convertirse en el primer entrenador inglés en ganar una eliminatoria de cuartos de final en el formato Champions League. No obstante, en su camino se ha topado con la piedra más dura de todas.
