Mestalla quiere seguir en Primera

Un gol del neerlandés y el empuje de la grada dan la victoria al Valencia, que sale del descenso a costa del Sevilla. Hugo Duro falló un penalti con 1-0.

Conrado Valle
As
Mestalla tiene dos cosas claras: no quiere a Peter Lim y quiere seguir en Primera. Hoy está un poco más cerca que ayer, al menos de lo segundo. El Valencia sale del descenso a costa del Sevilla y gracias a un gol de Kluivert. Baraja suma otra victoria en casa, de nuevo por 1-0. Mestalla es un salvoconducto hacia la salvación, como lo fuera Cuadra Fernández desde la sala VOR para Iglesias Villanueva. Esta vez el VAR fue justo para Osasuna y le evitó dos expulsiones, aunque de poco le sirviera a los navarros.

Baraja tiró en su once de caras nuevas. Hasta cinco cambios hizo. Entre ellos Gayà, que apretó por llegar y llegó. Su compromiso es inmaculado; como hasta ahora lo era el expediente de Lino, que fue suplente por primera vez, aunque cuando entró se hizo de notar. De él llegó a Kluivert el balón en la acción del gol, aunque la clave no fue el pase sino el golpeo del neerlandés.

Arrasate, mientras, echó mano en su alineación de artillería para tratar de amedrentar a un Valencia en apuros: Chimy, Kike y Abde, más Moi, Torró e Ibáñez. La labor de Braulio Vázquez explica la felicidad que hay por Pamplona, aunque ninguno tuviera su noche. Ni un solo remate entre los tres palos hicieron los navarros. Así es difícil sumar de tres en tres. Su temporada es de recuerdo, y más aún que lo puede ser, si bien, su racha le aleja de Europa vía Liga: una victoria en las últimos ocho jornadas.

Las polémicas de la semana anterior hacían que Iglesias Villanueva y Cuadra Fernández estuvieran en el punto de mira. Y esta vez el VAR estuvo como debe y para lo que está: para corregir errores. El gallego -nada acertado a primera vista- expulsó en la primera mitad a Herrera y ya en la segunda a Aimar, si bien, en ambas ocasiones, Cuadra Fernández le instó a que fuera a verla repetidas. Ni tan siquiera era falta del portero a Hugo Duro y con amarilla a Aimar, suficiente.

Así que se rectificó y uno y otro pudieron continuar. El VAR aún tuvo que intervenir otra vez. Esta para que Villanueva se percatara de un claro penalti sobre Thierry. Lo pitó y Hugo Duro lo erró o Herrera lo paró, según se mire. Ahí se hubiera acabado el sufrimiento de la grada, que se dejó el alma hasta el pitido final para amarrar la victoria. Al Valencia le quedan muchos obstáculos por superar, aunque al menos el valencianismo podrá vivir las Fallas fuera del descenso.


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