La Roma minimiza a la Real, que tendrá que apelar a la heroica

El equipo donostiarra cae en el Olímpico por 2-0 por culpa de dos errores defensivos y está al borde de la eliminación en la Europa League

Roberto Ramajo
As
La Real Sociedad está casi eliminada de la Europa League después de su derrota por 2-0 en el Olímpico, en un partido en el que la Roma minimizó sus virtudes y le acabó desesperando. El choque se jugó más a lo que quiso Mourinho que a lo que propone Imanol, pero la clave realmente estuvo en las concesiones en su área de los donostiarras. Apenas llegaron dos veces los ‘giallorossi’ y marcaron, por culpa de dos regalos defensivos que te matan en Europa, especialmente el segundo. La plantilla transalpina no concedió apenas y la Real se quedó sin marcar. De nada sirve que tengas más posesión, y que en fases del partido te sientas mejor que el adversario. Las áreas definen los partidos, y a la Real la machacaron ahí. Ahora tendrá que apelar a la heroica en el Reale Arena, no queda otra. No está todo perdido, pero lo parece, sobre todo si no recupera el duende tanto en su área como en la del rival.

Las cosas se pusieron en su sitio desde muy pronto, desde el inicio. Porque la Real Sociedad se hizo dueña de la pelota, y la Roma de manera descarada rehuía esa posibilidad para jugar replegada y penalizar de manera constante los errores que pudiera cometer el equipo donostiarra. De inicio, era muy prudente, como si no quisiera exponerse demasiado, y el equipo de Mourinho era como si se limitase a esperar acontecimientos. Y los hubo. Al cuarto de hora Rico perdió un balón en fase ofensiva, casi en el córner contrario, y se permitió correr a Dybala, con demasiado campo por delante para ser feliz y generar mucho peligro. El argentino sirvió entre líneas a Abraham, que, con un fino gesto técnico, se quitó de encima a Zubeldia para poner un centro medido al segundo palo, al que llegaba libre de marca El Shaarawy. Ese gol lo cambiaba todo, porque el partido entraba en otro escenario.

Favorecía ese gol a una Roma que estaba encantada, porque su plan le permite jugar replegada para salir rápidamente a la contra. Se sentía cómodo el equipo de Mou, y la Real era presa de sus nervios y de sus dudas, a pesar de que lógicamente la presencia de David Silva le daba más personalidad con la pelota. No se descompuso del todo, con ocasiones para Kubo, el propio Silva y Gorosabel, pero estuvo más cerca del segundo una Roma que penalizó en exceso cada balón que perdían los donostiarras. No llegaba en mal momento el descanso para intentar recomponerse y coger con más ímpetu la segunda parte.

Parecía que salía con bríos renovados el cuadro txuri-urdin tras su paso por vestuarios, porque dio un paso adelante con balón y obligó a la Roma a meterse un poco más atrás. Pero, aunque se mostraban ya superiores a los jugadores ‘giallorossi’, y el partido se jugaba por fin más en campo del equipo italiano, las ocasiones brillaban por su ausencia, y eso desesperaba a los jugadores visitantes. Merino pudo empatar en una acción en la que llegó desde la segunda línea y remató sobre la portería de Rui Patricio. También tuvo otra Diego Rico, pero su disparo lo despejó el portero a córner.

Poco más ocurrió en ataque. Porque llegaban a zona de área y se les fundían los plomos. Y mientras, Belloti era como un dolor de muelas para la defensa realista. Acompañado de Dybala, empezaban a girar el partido para que se jugara a lo que se quería Mourinho. El 1-0 no era un buen resultado, pero ya el 2-0 del final les deja heridos de muerte. Otra vez por un gran centro de Dybala, y otra vez por un regalo defensivo. Kumbulla remató un saque de esquina en el segundo palo absolutamente solo. Así todo es más complicado. Queda un halo de vida, pero después de lo visto en el Olímpico, es complicado encontrarlo.

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