La Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo y otros países anunciaron una acción coordinada para tranquilizar a los mercados
Las instituciones decidieron reforzar las “líneas swap”, un dispositivo que facilita el acceso a dólares por parte de bancos centrales extranjeros
El objetivo de esta medida es evitar que los mercados se convulsionen ante la reacción de los nerviosos inversores a las quiebras de Silicon Valley Bank y Signature Bank en Estados Unidos y a la adquisición de Credit Suisse por UBS en Europa.
“Hasta ahora semanales, estas operaciones ahora serán diarias y comenzarán el lunes 20 de marzo de 2023. Continuarán a este ritmo al menos hasta el final de abril”, indicó el comunicado.
La red de “líneas swap” sirve de “malla de seguridad de la liquidez para reducir las tensiones sobre los mercados de financiamiento internacionales y contribuir así a reducir los efectos de dichas tensiones sobre la oferta de créditos a los hogares y a las empresas”, dijeron las instituciones.
Los mercados, en plena tormenta tras la inesperada quiebra de Silicon Valley Bank, temen por una falta de liquidez en momentos en que las tasas de interés aumentaron para luchar contra la inflación.
En 2020 la Reserva Federal puso en marcha y extendió acuerdos similares frente al avance de la pandemia de covid-19, y estos ya habían sido prorrogados.
El acuerdo fue firmado por el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón, la Banca Nacional Suiza (BNS) y la Reserva Federal de Estados Unidos.
Un domingo de frenéticas negociaciones
Tras días de caos, Suiza confirmó que UBS comprará el Credit Suisse en una histórica transacciónAmbas entidades forman parte de las treinta consideradas de “riesgo sistémico” para la banca global, y el naufragio de Credit Suisse en los próximos días o semanas “hubiese tenido consecuencias irreparables” no sólo para Suiza, sino para el resto del mundo, que hoy -desde Bruselas, Londres y Washington- ha celebrado la solución encontrada.
Mediante sus propias acciones, UBS pagará el equivalente a USD 3.230 millones para fusionarse con Credit Suisse, que era considerada la segunda entidad bancaria más importante de Suiza, pero que se encontraba debilitada por una sucesión de escándalos, litigios y malos resultados que le hicieron fácilmente vulnerable a las ondas de la crisis bancaria que estalló hace una semana en Estados Unidos.
Ese valor total no es tan malo si se tiene en cuenta que se supo que UBS había ofrecido inicialmente 1.000 millones de francos (una cifra similar en euros) y después 2.000 millones por su rival, que rechazó estas ofertas por considerarlas muy perjudiciales para sus accionistas.
Sin embargo, el tiempo jugaba en contra de Credit Suisse y aumentaba la presión sobre sus directivos. Las autoridades suizas consideraban imprescindible tener un acuerdo sellado antes de la apertura el lunes de los mercados, que empiezan a operar en Asia cuando en Europa todavía es de noche.
Por su parte, el Gobierno suizo ofreció una garantía de USD 9.750 millones a UBS para reducir sus riesgos de pérdidas en ciertos portafolios de Credit Suisse en los que se consideraba que podía encontrar problemas.
El incentivo estatal no quedó ahí y el Banco Nacional de Suiza (banco central) anunció que apoyará la fusión poniendo a disposición liquidez hasta por hasta 100.000 millones más.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, celebraron el domingo la compra del banco Credit Suisse por parte del mayor banco suizo, UBS.
“Estamos satisfechos con los anuncios hechos hoy por las autoridades suizas para apoyar la estabilidad financiera”, dijeron en un comunicado conjunto.
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, celebró el domingo la “rápida actuación” de las autoridades suizas para facilitar la adquisición del grupo bancario Credit Suisse, afirmando que estas decisiones permitirán “restablecer unas condiciones de mercado ordenadas”.
También ayudarán a “garantizar la estabilidad financiera”, añadió Lagarde en un comunicado, subrayando que “el sector bancario de la zona del euro es resistente, con sólidas posiciones de capital y liquidez”.
En la misma línea, el gobierno británico elogió las medidas adoptadas por Suiza para “apoyar la estabilidad financiera”.