Indignación en el Madrid por la ‘barra libre’ de Gavi
El vestuario del cuadro dirigido por Ancelotti está contrariado por la permisividad arbitral que disfruta el centrocampista del Barcelona y espera que no se repita en la vuelta de semifinales de Copa.
Tras la última entrega del Barça - Madrid, además, ha surgido un asunto que escama al seno del vestuario del equipo blanco: existie cierta indignación con el trato que recibe Gavi por parte del arbitraje. El centrocampista culé, siempre sacrificado físicamente y también siempre limítrofe con el reglamento dada su intensidad, está bajo sospecha en el elenco dirigido por Carlo Ancelotti.
El Madrid está contrariado con el comportamiento de Gavi y la no-penalización por parte del colectivo arbitral desde la ida de semifinales de Copa. En ese partido, el futbolista de Los Palacios tuvo varios lances polémicos con Éder Militão y con Eduardo Camavinga. Además, tuvo un encontronazo con Vinicius. El saldo final de ese partido fue una tarjeta amarilla vista en el minuto 51 por protestar.
Pero ha sido este último Clásico liguero el que ha agotado la paciencia del equipo madridista. Gavi se las tuvo con Carvajal e incluso trabó por detrás a Ceballos sin balón de por medio y completó el encuentro sin ser amonestado. La preocupación en el vestuario ‘merengue’ existe de cara a la vuelta de semifinales de la Copa del Rey, aunque esperan que la dinámica cambie en ese choque con un billete para la final de La Cartuja en juego.
La correlación entre faltas cometidas y tarjetas recibidas también es motivo de inquietud por parte de los jugadores del Real Madrid, quienes entienden que ve muy pocas cartulinas para las infracciones que comete. La estadística dice que ve una por cada doce faltas que realiza. Concretamente, ha realizado 58 faltas y ha visto cinco amarillas. Según Opta, además, es el centrocampista de LaLiga con las faltas más ‘baratas’.
Por contraposición, el madridismo sigue ponderando a Vinicius como ejemplo de todo lo contrario: el brasileño ha visto la tarjeta amarilla en ocho ocasiones cometiendo 40 faltas. En otros términos: una amonestación por cada cinco infracciones. Otro dato que enfurece y preocupa al madridismo a partes iguales.