Independiente no pudo ni con la ayuda por los errores de Colón: Leandro Stillitano les pidió disculpas a los hinchas y dijo que va a seguir en el cargo como DT
El Rojo empató 2-2, pero jugó peor que en los últimos dos partidos aunque estuvo a punto de cortar la mala racha; polémicas por los penales y la intervención del VAR
“Fuerzas tengo. Obviamente lo de hoy fue un golpe duro. Pero estoy bien para continuar”, dijo Leandro Stillitano tras el encuentro. Expresó que la autocrítica la hacen puertas para adentro, pero sabe que la gente se fue enojada. “Escuché gritos, el hincha tiene derecho a expresarse. Nosotros queremos ganar antes que ellos. No pudimos ganar hace varios partidos y hoy se dio de una manera muy tonta, pero hay que seguir... En la mayoría de los partidos cometimos errores que lo pagamos con goles. Una vez que ganemos un partido la situación va a cambiar. Los jugadores desean ganar y la única manera de alcanzarlo es trabajando más. Les pedimos disculpas a los hinchas pero que aguanten, que vamos a sacar la situación adelante”.
Hay que empezar necesariamente al revés. Iban 28 de la segunda parte cuando Colón se dispuso a efectuar un saque de arco. Ignacio Chicco acomodó la pelota, le indicó a Paolo Goltz que se colocara a su derecha y tocó en corto; el defensor, insólitamente, la tomó con la mano como para efectuar él mismo el saque. Cinco minutos de VAR mediante, Nicolás Lamolina (de pésimo arbitraje) sancionó el penal que Matías Giménez transformó en el 2-1.
Lo mejor del partido
Un rato después, al largo descuento concedido le faltaban un par de minutos cuando Baltasar Barcia controló un centro en apariencia sencillo en su área, pero se enredó con la pelota. Ramón Ábila lo apuró, el jugador del Rojo lo tomó de la camiseta y, otra vez merced al VAR, Colón se puso a tiro de empate. Rodrigo Rey le tapó el remate al propio Wanchope, pero este no falló en el rebote. Empate y fin de la historia.
“El futuro del técnico depende de él”, había dicho en la semana el presidente Fabián Doman en relación a Leandro Stillitano, un entrenador cuestionado por desconocido, por los resultados y por el juego del equipo. Tras lo visto, cuesta adivinar qué análisis se haga desde el club acerca de su continuidad.
Por primera vez en el torneo, el técnico Rojo casi repitió el equipo de la jornada anterior (el único cambio fue obligado por la expulsión de Sergio Barreto en Barracas), pero nada mejoró en el funcionamiento.
Antes del primer minuto, una mala salida de Joaquín Laso anticipó dos cosas: que la noche iba a ser difícil en lo personal para el marcador central (un cabezazo le produjo un corte y fue la diana principal de los silbidos), y en general para una defensa a la que en ningún momento abandonó una sensación de absoluta fragilidad.
Ausentes sin aviso Sergio Ortiz y Agustín Mulet en el medio, el Rojo fue un conjunto sin brújula al que cualquier brisa lo hizo entrar en pánico. El gol de Santiago Perotti a los 9 no extrañó a nadie. Un pelotazo frontal de Rafael Delgado desde el centro del campo encontró al delantero santafesino libre entre Ayrton Costa y Laso: pecho, control y definición de zurda para el 1 a 0.
El clima, ya enrarecido desde antes del arranque entre la gente local, amenazó con un incendio prematuro. Juan Pablo Álvarez y Pierotti eran un dolor de muelas para Costa -poco asistido por Nicolás Vallejo en el retroceso-, la pelota quemaba en los pies de los jugadores y el “movete, Rojo, movete” comenzó a invadir la atmósfera del Bochini.
Una decisión discutible de Nicolás Lamolina apagó las llamas a 20. Barcia peleó un balón en el área, Luciano Gómez entró con decisión a sus espaldas (esa sociedad fue la única y tenue luz de fútbol de Independiente en toda la nocha), Carlos Arrúa lo rozó, el árbitro vio penal, el VAR hizo mutis y Martín Cauteruccio lo clavó contra el palo derecho.
El empate modificó la chapa pero no los conceptos. Dentro de un desarrollo con una desprolijidad técnico-táctica más propia de un solteros contra casados que de un partido de Primera, Colón siempre mostró una imagen más criteriosa. Nada extraordinario pero aunque sea por ráfagas el Sabalero dio la sensación de saber cuál era la idea a ejecutar, más allá de que los errores individuales le impidieron plasmarla.
La imagen se acentuó tras el descanso. Probó Stillitano con el ingreso de Iván Marcone para intentar darle juego a un mediocampo famélico, pero no encontró demasiada respuesta. Siguió sin fluidez en la circulación el Rojo y sin cabeza fría para afrontar el momento, hasta que la acción de Goltz le abrió las inesperadas puertas del anhelado triunfo. Tampoco así encontró paz.
Rodrigo Rey debió transformarse otra vez en figura para salvar el empate, y estuvo a punto de la consagración al taparle el penal a Ábila. No pudo con el rebote y Colón se llevó el punto que merecía. Independiente jugó peor que en los últimos dos partidos aunque estuvo a punto de cortar la mala racha. ¿Qué análisis hará la directiva de lo hecho por su técnico? ¿Qué decisión tomará Stillitano en el corto plazo? La ventana FIFA pinta movida en la vereda roja de Avellaneda.