El Arsenal se divierte
Bukayo Saka, Gabriel Martinelli y Martin Ødegaard hicieron los goles ‘Gunners’. El inglés desatascó el partido al final de la primera mitad. Los de Mikel Arteta aventajan en cinco puntos al Manchester City.
Entonces, Saka
Excesivamente acelerados y fallones. Así salieron los pupilos de Mikel Arteta al partido contra los Gunners. Con mucho dominio del balón pero incapaces de hacer circular el balón con velocidad y claridad, los primeros compases de partido discurrieron en un continuo quiero y no puedo del cuadro local. Incluso las precipitaciones y errores llevaron a que Neal Maupay, delantero del Everton, se agenciara la primera llegada de relativo peligro del encuentro. Otra vez, como ya pasó un mes atrás ante los Toffees, al Arsenal le costaba un mundo meterle mano al equipo de Sean Dyche. Una y otra vez se daban de bruces los pupilos del técnico español contra la poderosa y contundente línea defensiva del Everton. Por dentro faltaba fluidez, y por fuera las muchas e importantes ayudas de los extremos visitantes a los laterales negaban al cuadro local la posibilidad de llegar al área de Jordan Pickford con relativo peligro. Lo cierto es que, por muchas y muy largas que fueran las posesiones de los Gunners, quien mostró sentirse más cómodo con el devenir de los primeros 45 minutos fue el Everton.
¿Cómo ha conseguido entonces el Arsenal asentarse como líder de la Premier League ante las dificultades que encuentra en ocasiones contra rivales excesivamente encerrados? Pues gracias a jugadores que ven huecos, desmarques y pases que nadie ve. Futbolistas como Oleksandr Zinchenko y Bukayo Saka. A cinco minutos del final de la primera mitad, el ucraniano filtró un pase desde la frontal del área para el extremo de los Gunners y, solo ante el guardameta visitante, clavó el balón en la escuadra derecha de la portería. Imposible para su compatriota. Pero es que el Arsenal no solo tiene jugadores de calidad, sino con un hambre, convicción y entrega dignas de elogiar.
Acto seguido al 1-0 del conjunto local, Gabriel Martinelli dobló la ventaja en favor de los pupilos de Mikel Arteta gracias a la persistenia de Bukayo Saka, así como al flagrante error de Idrissa Gueye. El centrocampista senegalés interceptó un mal pase de Martin Ødegaard y, en lugar de ceder el balón al portero, se desentendió tanto de la jugada que Bukayo Saka tuvo tiempo de robarle el balón por detrás y dejar que el brasileño definiera a la perfección en el mano a mano con Jordan Pickford. Aunque en primera instancia el juez de línea anuló el tanto por posición antirreglamentaria de Gabriel Martinelli, el VAR concedió el tanto al brasileño. Hoy no sería el día de otro “One-nil to the Arsenal”.
Martinelli, on fire
Una vez cocinado y servido el partido a fuego lento, los Gunners no tenían más que saborearlo durante la segunda mitad. Se lo habían ganado. Ni siquiera con 2-0 en el marcador Sean Dyche varió su plan. Mientras los locales movían el balón de un costado a otro, los Toffees permanecía, al completo, en su propio campo, a demasiados metros de la portería de Aaron Ramsdale. “Y con el trabajo que nos había costado en la primera mitad hincarle el diente a este Everton, ¿por qué no seguir disfrutando durante la segunda?”, debieron pensar los pupilos de Mikel Arteta. Dueños y señores del balón tras salir de vestuarios, los Gunners volvieron a rubricar en el marcador su aplastante superioridad. Conducción de Leandro Trossard por banda izquierda hasta adentrarse en el interior del área y pase de la muerte para que, a los 71 minutos, Martin Ødegaard hiciera el tercero del partido para el Arsenal. El trío mágico del Arsenal había hecho trizas a los Toffees, y es que tras un arranque de partido del todo combativo de los pupilos de Sean Dyche, estos fueron borrados por completo del terreno de juego.
Con los “olés” coreándose en las gradas del Emirates Stadium, los acercamientos del cuadro local no pararon de sucederse. El 4-0 era cuestión de tiempo. Otra vez los pupilos de Mikel Arteta, esta vez a través de Eddie Nketiah, hicieron estragos por el costado zurdo. Con el delantero inglés como asistente en el pase de la muerte y Gabriel Martinelli haciendo de referencia en el interior del área, el brasileño batió a Jordan Pickford a falta de 10 minutos para el final y se apuntó tanto el cuarto tanto del choque como el segundo en su cuenta particular. El Arsenal tenía en casa todos los goles que se le olvidó llevarse hace un mes a Goodison Park. Con los aficionados locales en pie durante todo el tramo final de partido, así como la grada visitante prácticamente vacía tras la sonrojante goleada encajada en Londres, el Arsenal rozó la ‘manita’ en varias ocasiones. Aaron Ramsdale aún tuvo tiempo de sacar una mano magistral a Tom Davies en el tiempo de descuento para no ensuciar la que había sido una goleada fiel al mejor Arsenal de Mikel Arteta.